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Señales de calma, la base del lenguaje del perro.

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Los perros, descendientes del lobo, son animales que han vivido siempre en manada, y por tanto es fundamental la comunicación entre sus diferentes miembros. El lenguaje del perro se basa en una gran variedad de señales emitidas con su propio cuerpo: las orejas, los ojos, la expresión de la cara, la cola, la puesta en marcha de diferentes movimientos y expresiones, los sonidos,… Gracias a todo este lenguaje, la manada puede resolver sus conflictos y mantener una jerarquía social estable.

Esta comunicación es una habilidad innata de los perros, que según las experiencias de vida, puede desarrollarse correctamente, reforzarse, o incluso desaparecer. Perros que no han crecido con una socialización correcta pueden tener problemas a la hora de utilizar y reconocer en los demás perros estas señales. Serán animales inseguros, miedosos, que reaccionen de forma agresiva al acercamiento de otros perros.

Conocer y reconocer estas señales de calma, de apaciguamiento, también llamadas de incomodidad, es fundamental a la hora de relacionarnos con los perros. Gracias a ellas, podemos adelantarnos a que se produzca alguna situación desagradable, pero si no las conocemos e ignoramos, el animal tendrá que pasar a su siguiente recurso para hacernos entender que la situación que está viviendo le incomoda: gruñirá, lanzará la boca, morderá. etc.

¿Quieres conocer algunas de estas señales? ¡Sigue leyendo!

El bostezo.

Si se desconoce su significado en el lenguaje de los perros, es normal que un bostezo siempre se relacione con el sueño. Pero debemos saber, que si nuestro perro no está tranquilo y acurrucado en su camita, lo más seguro es que con el bostezo nos quiera indicar su incomodidad: reuniones en casa con un montón de gente desconocida, la llegada al veterinario, cuando alguien se acerca demasiado, etc.

Relamerse.

A veces es un movimiento tan rápido de la lengua que podemos no darnos cuenta, pero si lo observamos cuando nos cruzamos con otro perro, cuando está cerca un niño, etc, no debemos ignorarlo, y resolver esa situación.

Desviar la mirada y/o girar la cabeza.

Puede ser un movimiento más o menos brusco de cabeza, ya sea estando de pie, sentado o acostado. Igualmente, puede ser un movimiento solo de los ojos, para evitar mirar directamente.

Dar la espalda.

Girar el cuerpo de tal manera que ofrece al otro perro el costado o la parte trasera es frecuente durante momentos de juego muy intenso, para rebajarlo y pedir un poco de calma. Además, esta señal de calma es muy útil para comunicarnos nosotros mismos con los perros, ante un perro muy nervioso, que comienza a saltar hacia nosotros, girarnos y darle la espalda, le ayudará a calmarse y que cese ese comportamiento.

Quedarse inmóvil, agazaparse y/o tumbarse de lado o boca arriba.

Seguro que si tienes perro pequeño lo has visto alguna vez: ese estado de no mover ni un solo músculo mientras otro perro más grande se acerca a olisquearlo. También puede agazaparse para hacerse más pequeñito, esconder el rabo entre las piernas, agachar las orejas,.. todo lo que sea necesario para parecer más pequeño y no resultar amenazante.

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Movimientos lentos.

Ese momento en el que llegas a casa y ha “explotado” algún cojín, se ha abierto “solo” el cubo de basura o tu perro ha hecho alguna que otra pequeña travesura, le llamas con tono enfadado y aparece andando muy despacito, con movimientos muy lentos. Estos movimientos pausados resultan muy efectivos para calmar la situación, y los utilizan también a la hora de acercarse a otros perros.

Como ves, el perro utiliza su cuerpo para relacionarse. Aunque las señales que hemos comentado son bastante utilizadas por los perros, existen muchas más, como olisquear, entrecerrar los ojos, sentarse dando la espalda, mover la cola, interponerse entre perros o personas, lamer la boca del otro perro, etc.

Cuantas más conozcas, más entenderás la forma en la que tu perro se relaciona con el resto de miembros de su especie, pero también, serás capaz de observar y comprender la manera en que reacciona a determinadas situaciones, y mejorará su relación contigo. Si le comprendes, vuestro vínculo se fortalecerá y mejorará su bienestar.

Si te interesa conocer y aprender más sobre el lenguaje de los perros, y otros temas relacionados con su comportamiento, te animamos a realizar el curso de Etología Canina con nosotros.

¡El primer paso para ayudarles, es entenderles!