Así, es muy importante tener en cuenta que a la hora de acudir a la clínica veterinaria con nuestro compañero felino, son muchos los factores que harán que su experiencia sea agradable o no, desde la elección del transportín, el viaje hasta la clínica, la espera en la propia clínica, el manejo durante la consulta,… Para nuestro gato, la minimización del estrés es fundamental, y debemos ayudarle en todo lo posible.

Teniendo en cuenta el carácter especial del gato, y sus necesidades como especie, la Sociedad Internacional de Medicina Felina (ISFM – International Society of Feline Medicine) puso en marcha un programa mundial orientado a la creación de más clínicas veterinarias amigables con los gatos, para poder facilitar las visitas de los pacientes gatunos y de sus humanos, minimizando el estrés en todo lo posible. Este programa es conocido como “Cat Friendly Clinic” o “Clínica Amable con los Gatos”, y cualquier clínica veterinaria puede optar a entrar en él, cumpliendo una serie de requisitos. ¿Queréis saber en qué consiste? ¡Os lo contamos!

Entender a los gatos como especie, ¡fundamental!

Aunque gatos y perros sean nuestros compañeros animales favoritos, son muy diferentes y se debe tener en cuenta a la hora del manejo en la clínica veterinaria. Solo en el hecho de transportar a los gatos hasta la clínica, ya pueden surgir muchos problemas ya que salir de su casa les genera inseguridad, estrés, miedo, y todo ello hace que en el momento de pasar a consulta se encuentren en un estado emocional que es necesario entender. Así, para este programa es esencial la formación en manejo y etología felina de veterinarios y auxiliares veterinarios con el fin de entender las necesidades de los gatos y poder realizar consultas tranquilas y positivas para el animal, sabiendo cómo acercarse y manejar suavemente al gato, y teniendo la equipación necesaria para que la consulta se desarrolle correctamente.

Según se cumplan diferentes requisitos, existen 3 niveles de acreditación para las clínicas

No todas las clínicas y hospitales veterinarios son iguales, ya sea por tamaño, antigüedad, instalaciones, localización, personal, etc… Por eso, aunque se quiera obtener la acreditación de clínica amable con los gatos, puede que no todas sean capaces de implementar todos los cambios necesarios, por lo que existen tres niveles diferentes, bronce, plata y oro, según las características y cambios realizados.

La acreditación bronce tiene como características: Si no existe una sala de espera exclusiva para gatos, sí debe haber un horario exclusivo para sus consultas. La consulta debe ser segura y estar bien equipada para gatos, siendo las consultas de mínimo 10 minutos de duración, y se requiere tener un buen nivel de equipamiento amigable con los gatos. En este nivel, tener hospitalización y realizar cirugías no es un requisito necesario.

El siguiente escalón es el nivel plata, y en este caso ya debe existir un área separada para gatos en la sala de espera, además de salas de hospitalización separadas para perros y gatos, y jaulas de un tamaño mínimo, así como debe poderse anestesiar gatos en caso de ser necesario. La consulta debe ser segura y estar bien equipada para gatos, siendo las consultas de mínimo 10 minutos de duración, y la clínica debe contar con equipamiento adicional, como máquina de rayos x, equipamiento dental, etc.

Por último, el nivel oro es el que más mejoras supone de cara a la atención de los gatos, y las características que deben cumplir las clínicas son: Tener una sala de espera exclusiva para gatos y con facilidades adicionales como superficies en altura para poder dejar los transportines, hospitalización separada para gatos y jaulas más grandes, así como tener un quirófano exclusivo para gatos. Las consultas deben ser exclusivas para gatos, y de una duración de 15 minutos. Por último, se debe contar con un nivel más alto de equipamiento, como por ejemplo, tener un laboratorio.

Cuando un centro veterinario obtiene la acreditación, sea del nivel que sea, tendrá en sus instalaciones el logo de “Clínica amable con los gatos” proporcionado por la ISFM.

La figura del “defensor del gato”

Una vez obtenida la acreditación de “clínica amable con los gatos”, una o varias personas del equipo humano de la clínica deben convertirse en la figura de “defensor del gato”, siendo las encargadas de velar por el correcto cumplimiento del programa, y será la persona con la que propietarios puedan hablar para resolver cualquier duda al respecto. Aunque exista esta figura, todo el equipo de la clínica debe estar igualmente formado y sensibilizado con el manejo correcto de los gatos, ¡por supuesto!

¿Conocías este tipo de acreditación? ¿Has visto el logo en tu clínica veterinaria habitual? Los gatos sabemos que son animales muy especiales, y conocerles en profundidad es muy importante para su bienestar y salud, así que ¡te animamos a formarte en etología felina!