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¿Por qué vomita mi perro?

En ocasiones, los vómitos son aislados y no afectan en nada al animal, el proceso se pasa y no hay consecuencias, pero en otros sí pueden ser señal de que algo grave ocurre, por lo que es importante acudir a la clínica veterinaria lo antes posible, con el fin de realizar una exploración física completa y pruebas complementarias necesarias para llegar a un diagnóstico.

Puede que nuestro perro vomite, y justamente no estemos delante, pero en el momento en que encontremos el vómito, debemos revisar su apariencia: el color, si contiene comida, si hay moco, espuma, sangre, restos de objetos, parásitos, hierba, etc, para poder aportar más información a nuestro veterinario.

Os contamos algunas de las posibles causas, ¡no te lo pierdas!

Exceso de comida, o comer algo que siente mal. Los perros pueden comer mucha cantidad en muy poco tiempo, ya sea de comida, o quizás de algún encuentro con la basura: comida en mal estado, tierra, objetos,… Esos empachos producen vómitos o regurgitaciones, cuya diferencia os explicamos en esta entrada anterior del blog.

Cambio de dieta. A veces un simple cambio de alimentación puede generar sintomatología gastrointestinal, por lo que se recomienda realizar cambios paulatinos de alimentación, y no bruscos, para que su digestivo se acostumbre.

Intolerancia o alergia alimentaria. Al igual que nos ocurre a nosotros, nuestros perros también pueden ser intolerantes a algunos alimentos, o incluso que les produzcan una reacción más severa, siendo el vómito una de las respuestas de su organismo.

Cuerpos extraños. Los perros tienen tendencia a explorar con la boca, por lo que no es raro que ingieran objetos que no deben, lo que puede tener consecuencias graves, como obstrucción intestinal, siendo el vómito una señal de alarma.

Infecciones víricas o bacterianas. Afectan más frecuentemente a cachorros o animales no vacunados, pero es otra de las causas a tener en cuenta cuando nuestros perros vomitan. Algunos agentes implicados son el parvovirus o el coronavirus canino.

Parásitos intestinales. Es raro que nuestros perros tengan infestaciones parasitarias graves, pero en animales recién recogidos de la calle, o cachorros sí podemos ver un problema parasitario severo, que implique vómitos o diarreas en los que se aprecien claramente los parásitos.

Ingestión de sustancias irritantes o tóxicas. Algunos descuidos o accidentes domésticos implican la ingestión por parte de nuestros perros de fármacos, plantas, productos de limpieza, etc que irritan su sistema digestivo, y que pueden ser potencialmente tóxicos, por lo que los vómitos serán un signo clínico habitual de estas situaciones.

Inflamación de órganos. Ya sea por una pancreatitis, una hepatitis, o la enfermedad inflamatoria intestinal, debemos acudir rápidamente a la clínica, ya que es grave para nuestros perros y requieren de tratamiento lo antes posible.

Enfermedad renal. Los vómitos no solo derivan de patologías a nivel digestivo, la enfermedad renal puede ser una causa a tener en cuenta. En este caso, el vómito se produce como consecuencia de la acumulación de productos del metabolismo que los riñones no pueden eliminar correctamente, y por tanto producen gastritis.

Cáncer. Tumores que afecten directamente a algún tramo del sistema digestivo pueden producir vómitos, lo que normalmente se acompaña de más signos, como apatía, disminución del apetito, pérdida de peso, etc.

¡Cuidado con la deshidratación y pérdida de electrolitos!

Si nuestro perro vomita de manera continuada, especialmente en el caso de cachorros, razas muy pequeñas, o animales mayores, se puede producir deshidratación y alteración en los electrolitos, que puede poner en riesgo su vida. Es vital acudir rápidamente a la clínica veterinaria para intentar detener los vómitos, e instaurar fluidoterapia para reponer los líquidos perdidos y que el organismo pueda recuperarse.

¿Qué más causas de vómitos conoces? ¿Tu perro ha vomitado en alguna ocasión? Recuerda que la atención veterinaria temprana es fundamental para detectar el origen, y así poder ayudar a nuestro compañero perruno a sentirse mejor lo antes posible.

¡Consulta con tu veterinario siempre!