Sí, los excrementos pueden variar de forma, consistencia, color, olor, etc dependiendo de varios factores, y es por ello que diariamente tenemos que estar pendientes de cualquier cambio respecto al aspecto habitual de las heces de nuestro mejor amigo. Ya sea al limpiar el arenero de nuestro gato, o durante las salidas diarias a la calle junto a nuestro perro, lo ideal es tomarnos unos segundos para inspeccionar las heces, y es que ya sabes ¡recoger las cacas de nuestro perro es nuestra obligación! Y un momento perfecto para hacer seguimiento de la salud de nuestro amigo.
Vamos a hacer un repaso tanto del aspecto normal de las heces, como de los cambios que pueden indicarnos algún problema a tener en cuenta, ¿te interesa? ¡Te lo contamos!
¿Cuál dirías que es el aspecto normal de las heces?
Una caca normal tiene un color marrón, ni muy claro ni muy oscuro, es firme pero tiene cierta humedad, su forma se parece a una salchicha más o menos larga, y el olor no es demasiado fuerte ni desagradable. Dependiendo de lo que coma nuestro amigo, el color puede variar, así que si le has dado algún snack, verdura como la remolacha, o complemento a su dieta de algún color llamativo, puede haber una variación del color, pero es solo producto de la digestión de ese alimento en concreto, debiendo ser las siguientes heces de su aspecto habitual.
¿Qué podemos detectar gracias a vigilar las heces?
En las cacas podemos ver si nuestro amigo tiene parásitos intestinales, si está estreñido, si por el contrario tiene diarrea, si ha podido comer algún objeto y detectar los restos, como algún juguete, hilos, palos, piedras, etc, si algo le ha sentado mal, como cuando comen cacas de otros animales, algún animal muerto o restos de basura, hierba, alguna planta, beben aguas estancadas, etc… Puede que en el momento no identifiquemos la causa de ese cambio en las heces, pero sí podemos alertarnos y acudir al veterinario para que nos indique cómo proceder, si cree que es algo transitorio o si es necesario realizar alguna prueba concreta y así poder detectar la causa, y establecer el tratamiento adecuado.
Aunque son varios los cambios de color, forma, aspecto y consistencia que podemos observar, vamos a enumerar algunos de los más habituales y sus posibles causas:
Heces negras
Unas deposiciones muy oscuras suelen indicar la presencia de sangre en alguna parte del tracto gastrointestinal superior de nuestro amigo, por ejemplo si hay alguna úlcera o sangrado a nivel del estómago, incluso puede indicarnos un exceso de hierro en la dieta.
Heces con puntos o “hilos” blancos
Una de las cosas más claras que podemos detectar a nivel visual es la presencia de parásitos intestinales, ya que cuando salen con las heces podemos ver unos puntitos blancos de pequeño tamaño, si son tenias, o “hilos” blancos más largos si se trata de alguna especie de nematodo. En este caso, es importante desparasitar a nuestro perro o gato, ya que es indicativo evidente de parasitosis en el tracto gastrointestinal.
Heces con moco
Estas heces pueden indicar desde un proceso de adaptación del tracto digestivo durante la transición de un alimento a otro, a la presencia de parásitos, una posible alergia alimentaria, o incluso algún proceso intestinal que esté cursando con inflamación.
Heces blancas
Es sobre todo más habitual en perros que ingieren huesos, por un exceso de calcio, lo que se acompaña de una consistencia arenosa. No obstante, también puede haber una pérdida de color a blanquecino-gris (heces acólicas) cuando existe una alteración en la producción de la estercobilina, el pigmento biliar encargado del color marrón habitual de las heces. En este caso, la causa suele estar relacionada con alguna patología a nivel hepático o pancreático.
Heces con sangre
Si las heces se acompañan de sangre fresca, puede ser indicativo de alguna lesión a nivel de colon, ano, incluso de glándulas anales. Una laceración de la mucosa del tracto final del digestivo, un cuerpo extraño, parásitos, incluso alguna neoplasia pueden producir este sangrado. Además, infecciones víricas como es el caso de la parvovirosis canina o panleucopenia felina, se acompañan de diarreas sanguinolentas, y especialmente si nuestro compañero de vida es un cachorro, debemos acudir rápidamente a la clínica veterinaria.
Heces voluminosas con aspecto graso
Este aspecto suele ser indicativo de malas digestiones, de tal manera que quizás el alimento actual de nuestro animal no le esté sentando bien y no pueda digerirlo correctamente, o quizás tenga alguna patología pancreática. Será nuestro veterinario quien pueda determinar finalmente la causa concreta.
Como ves, la información que podemos obtener con la observación de los excrementos es bastante amplia, y puede ser el primer signo visible de que algo no funciona bien en el organismo de nuestros animales, así que es importante que nos fijemos cada día.
Imagen de la web Experto Animal.
Cuéntanos, ¿sueles estar atento a las variaciones de aspecto de las heces de tu compañero? ¿Le habías dado tanta importancia?