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Me he encontrado unos gatitos en la calle, ¿qué debo hacer?

Los meses de Primavera y Verano son los elegidos por muchas especies animales para su reproducción: más horas de sol, buena temperatura, menos lluvias, mayor abundancia de alimento,… todo ayuda a que la gestación y lactación de las crías se desarrolle de una forma más amable, y de esta manera se puede asegurar una mayor tasa de supervivencia de los neonatos.

Para los gatos que viven en la calle, también es la época en la que se concentran las gestaciones y partos, y por eso no es raro encontrar alguna camada en los jardines y parques de nuestras ciudades. Por este motivo, hoy queremos recordar qué debemos hacer cuando nos encontramos con bebés o gatitos de corta edad en la calle, y cómo debemos actuar si nos responsabilizamos de su cuidado.

He visto unos gatitos en la calle ¿qué hago?

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En primer lugar debes informarte de si pertenecen a alguna colonia controlada. Dado el interés creciente por el bienestar de los gatos que viven libres en la ciudad, cada vez es más común, afortunadamente, el control y gestión de las colonias de gatos. Los gatos de las colonias correctamente gestionadas son alimentados, pero no solo eso, también se vigilan para que si enferman se puedan tratar, y se capturan para su castración y se devuelven al mismo lugar de donde se cogieron, con el fin de evitar la reproducción incontrolada y así mantener un número de individuos que permita asegurar su salud y supervivencia al disminuir las peleas entre gatos, la diseminación de enfermedades, el movimiento de gatos a otras zonas evitando que sean atropellados, etc.

Quizás los gatitos que te has encontrado pertenezcan a una de estas colonias controladas, así que en este caso, la persona responsable de la colonia seguro que sabe de la existencia de esa camada, y esté velando por su seguridad.

En cualquier caso, nuestra primera intención nunca debe ser tocar ni coger a los bebés, ya que lo mejor para ellos será siempre criarse junto a su madre, no hay nadie que pueda cuidarlos mejor que ella.

Aunque en ese momento veamos que los bebés están solos, siempre hay que tener en cuenta que si hay una camada, su madre estará cerca, ella tiene que salir a buscar alimento y puede dejar a los cachorros solos durante ese periodo de tiempo, por lo que no debemos cogerlos, si no esperar a que su madre vuelva. Solo en caso de que estemos seguros de que no están al cuidado de su madre, ya sea porque ha fallecido, les ha rechazado, o cualquier causa que pueda impedir que cuide de su camada, debemos intervenir nosotros.

No hay señal de que la madre esté cerca, ¿cómo puedo ayudar a los gatitos?

En caso de que los gatitos queden huérfanos, será imposible que sobrevivan por sí solos, por lo que somos nosotros los que debemos encargarnos de su cuidado. No es lo mismo que los gatos queden huérfanos con horas o días de vida, que tengan ya un par de mesecitos y sean más “independientes”.

Sacar adelante a bebés recién nacidos es muy difícil, y requiere de experiencia, dedicación y mucha constancia, y aún así, no siempre se asegura que los pequeños salgan adelante, ya que pueden no haber tomado suficiente calostro, pueden haber nacido enfermos, estar ya en una situación que impida su supervivencia, etc.

Si nos hacemos responsables de estos bebés, debemos ser conscientes de ello, y asumir que vamos a tener que poner nuestras ganas y esfuerzo en su supervivencia, y no cogerlos y llevarlos a una perrera y protectora para que sean otros los que se encarguen, si nosotros queremos ayudarles, debemos ser quienes luchen por sus vidas.

¿Cuáles son los cuidados de un bebé gato?

Como comentábamos, el cuidado de los recién nacidos requiere de unas nociones básicas para ayudarles a sobrevivir, te explicamos las que son de vital importancia:

1. Presta atención a su temperatura corporal. Como todo bebé, necesita de calor externo para que su temperatura corporal se mantenga dentro de los límites normales. Los gatitos necesitan un lugar calentito, lejos de corrientes de aire. Si les envolvemos en una mantita y les colocamos en nuestro regazo, podremos ofrecerles nuestro propio calor corporal, y en los momentos que tengan que quedarse solos, podemos colocarles botellas de agua caliente cerca, saquitos de semillas calentitos, una manta eléctrica, etc, pero siempre vigilando que no sea demasiado calor y que todo esté protegido con toallas para que el calor no sea directo y no se quemen.

2. Requieren ingesta de alimento cada 2 o 3 horas. Los bebés maman poquitas cantidades de leche cada vez, por lo que necesitan alimentarse cada muy poco tiempo. Para que su alimentación sea correcta, es importante que tomen leche maternizada para gatitos, nunca debemos darle leche de vaca ni de otras especies, ya que puede provocarle serios problemas de salud. Las leches maternizadas se pueden encontrar en clínicas veterinarias o tiendas especializadas, normalmente vienen en polvo que hay que diluir en agua, y dársela con biberón. Tenemos que comprobar que la leche esté a temperatura corporal, ni muy caliente para que les queme ni muy fría porque les resultará poco agradable. Además, hay que ser cuidadosos y colocar al gato en su posición natural de amamantamiento, nunca darles el biberón boca arriba, y dejar que sea el gatito el que apriete la tetina y vaya tomando la cantidad de leche que puede tragar, ya que un exceso puede provocar que el pequeño se ahogue, y en algunos casos se les puede producir neumonía por aspiración de leche, y ser fatal para los bebés.

3. Hay que estimularles para que orinen y defequen. Los bebés no son capaces de hacer sus necesidades por sí solos. Cuando están con su madre, es ella la que mediante el lamido les estimula para que orinen y defequen, y en su ausencia somos nosotros los que debemos hacer ese trabajo. Para ello, utilizamos una gasa mojada en agua tibia, y suavemente frotamos la zona del ano, genitales y tripa. Si aún con la estimulación, no defeca durante muchas horas, debemos consultar con nuestro veterinario y que nos indique cómo ayudarle.

4. Debemos estar alertas ante síntomas de enfermedad. Si el gatito no quiere comer, adelgaza mucho de repente, no orina, no defeca, está frío, no se mueve, estornuda, respira agitado, tiene diarrea o si vemos cualquier síntoma que nos haga sospechar de que su vida está en riesgo, no debemos esperar y acudir rápidamente al veterinario. En muy poco tiempo puede cambiar el estado de salud del bebé, y actuar con rapidez puede ser vital para él.

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En el caso de que recojamos un gatito que tenga más de tres o cuatro semanas, las posibilidades de supervivencia serán mayores, y los cuidados variarán. Ya se pueden alimentar con comida húmeda para gatitos, irán solos al arenero, serán más activos y comenzarán a demandar juego, etc.

En estos gatitos es habitual encontrar síntomas de rinotraqueitis felina, que se manifiesta con estornudos, secreción en la nariz, problemas oculares, etc, y requerirán de tratamiento para que no vaya a más.

Rescatar gatitos huérfanos de la calle es un acto de solidaridad, pero también un acto de responsabilidad, ya que debemos ser conscientes del trabajo que va a conllevar. La mayoría de Centros de Protección Animal están saturados en estas fechas, por lo que vuestra implicación será clave para salvarles la vida.