Quedan solo unos días para que llegue la Navidad, ¡otro año más! Ya todo lo que nos rodea denota que vivimos en un ambiente navideño: las luces en las calles, la decoración de los establecimientos, las comidas de empresa, la compra de Lotería, los atascos en centros comerciales, y cómo no, nuestras casas también cambian de imagen y dejamos que Papá Noel, los Reyes Magos, el árbol de Navidad, y demás habituales de estas fechas tengan su huequito en nuestro salón.

Pero para los que vivimos con animales, no se nos puede olvidar que estas fechas también tienen ciertos inconvenientes para ellos, algunos incluso bastante peligrosos, así que está en nuestras manos que las fiestas no se empañen con algún imprevisto.

En este artículo vamos a hacer un repaso de los peligros más comunes en estas fechas, así que ¡sigue leyendo!

Plantas típicas navideñas

Seguro que alguna vez te han regalado alguna flor de Pascua, esta planta de hojas rojas brillantes se ha convertido en una de las plantas ornamentales típicas de la Navidad, pero no hay que olvidar su toxicidad para perros y gatos. Todas sus partes son tóxicas, pero hay que prestar especial atención a su savia al contener sustancias irritantes. El contacto directo de la savia con los ojos o piel puede desencadenar en trastornos oculares más o menos graves según la dosis, y dermatitis con picor, irritación, edema, incluso la aparición de ampollas. Su ingestión puede producir vómitos, diarrea, dolor abdominal, inflamación de órganos expuestos, disfagia, salivación e irritación de mucosas.

Menos comunes en los hogares españoles son el acebo y el muérdago, pero su ingestión también es tóxica para nuestros animales. En ambos casos, el cuadro tóxico suele asociarse con la ingestión de las bayas o frutos.

Decoración del hogar

Los animales son curiosos por naturaleza, así que la nueva decoración resulta muy atractiva para ellos, en especial para los gatos. El árbol de Navidad puede ser como un parque de atracciones, con tantos adornos colgando y luces, ¡normal que no pase desapercibido!. Asegurar la base del árbol es importante para evitar caídas inesperadas. Los adornos, a ser posible, mejor que sean de tela o peluche, así si caen al suelo, no se romperán y evitaremos la ingestión de pequeñas piezas.

En cuanto a las tiras kilométricas de luces y espumillón, hay que tener cuidado porque pueden enrollarse en el cuerpo de nuestro animal, incluso llegar a ahogarlo. Además, ya sabemos que para nuestros animales todo se come, y eso también incluye varias lucecitas de colores.

Ruido y aglomeraciones

Salir a la calle en fiestas navideñas puede convertirse en un reto: calles llenas de gente, atascos, mucho ruido,... Si a nosotros ya nos resulta estresante, para nuestros animales aún más, así que mejor evitar visitar zonas concurridas y horas punta.

Por otro lado, parece ser que la prohibición de tirar petardos no sirve de nada y todos los años nos llega noticia de algún perro que se ha perdido al asustarse por el ruido de un petardo, así que reforcemos su seguridad en los paseos no vayamos a tener la mala suerte de encontrarnos alguno de ellos en el camino. Incluso algunos animales sensibles fallecen a causa de un infarto, para mejorar su estado emocional podemos utilizar tranquilizantes recetados por nuestro veterinario de confianza, así como acompañarles en este traumático momento, acariciarles y así transmitirles tranquilidad.

Comidas familiares

Si algo caracteriza la Navidad, son sus múltiples comidas familiares. La familia viene a casa y siempre hay alguien que da comida al perro por debajo de la mesa, pero lejos de hacerle bien, puede provocarle una indigestión, vómitos, diarrea, y quizás una visita al veterinario por algo más grave. La comida de Navidad suele ser bastante grasa, y si además sumamos algún polvorón o trocito de turrón, nuestro perro puede pasar por un muy mal rato.

Aún más hincapié hay que hacer con el chocolate, las uvas y pasas, y el alcohol. El chocolate contiene teobromina, un compuesto tóxico para nuestros animales. Cuanto más negro es el chocolate y a mayores dosis, más tóxico resulta.

Las uvas y pasas pueden parecer inofensivas, pero su ingestión produce intoxicación que en un primer momento se percibe por vómitos y diarrea, seguido de debilidad, apatía, sed, dolor abdominal, y por último lo más grave, insuficiencia renal aguda.

No creemos que se te haya ocurrido nunca ofrecer una copita de cava a tu perro, pero no está de más decir que el alcohol está totalmente prohibido para nuestros compañeros de cuatro patas. Esta intoxicación no se produce tanto por la copa que dejamos sin vigilancia, sino por el bombón de licor recubierto de chocolate, que tan goloso resulta para los perros comilones.

Como véis, existen diversos riesgos navideños a los que debemos prestar especial atención para asegurar su bienestar y salud, y, como no, pasar las mejores navidades junto a nuestros mejores amigos. Y no olvidéis de hacerle un regalito… ¡Felices fiestas a todos!