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Los ojos de nuestros animales pueden ser especiales… ¿Sabes qué es la heterocromía?

Uno de los casos más llamativos de rasgos físicos poco habituales es el de la heterocromía. Esta palabra hace referencia a la condición anatómica por la que los iris de los ojos de una misma persona o animal, son de diferentes colores entre sí. Que cada ojo tenga un color diferente no es ninguna patología, simplemente es una característica física en la que intervienen los genes encargados de la pigmentación ocular, por tanto ambos ojos serán totalmente funcionales.

¿Quieres saber un poco más sobre esta curiosa característica de algunos de nuestros animales? ¡Os lo contamos a continuación!

¿Por qué ocurre la heterocromía?

Como hemos comentado, esta característica está relacionada con la pigmentación del iris. En ella interviene un pigmento: la melanina, que es responsable del color de nuestra piel, pelo y ojos. A mayor cantidad de melanina, más oscura será la piel, el pelo, y por tanto, también los ojos. Normalmente, ambos ojos de un mismo individuo tienen cantidades similares de este pigmento, pero en algunos animales o personas, puede no ser así, y es cuando se produce la heterocromía. Lo más habitual en estos animales es que tengan un ojo de tonos marrón, verde, o amarillo, y otro azulado, que será en el que existe una ausencia o poca cantidad de melanina.

¿Y esto de qué depende? Durante el desarrollo embriológico y fetal de los animales, se produce la migración de multitud de células a sus lugares de destino en el organismo, este es el caso también de los melanocitos, las células productoras de melanina. En este caso, existirá una migración anómala de los melanocitos durante la fase embrionaria y fetal en cada ojo, dando lugar a un depósito de melanina distinto en ellos, y por tanto, a un color diferente una vez que el animal llega a la etapa en la que ya tiene su color definitivo de iris.

Para entenderlo más fácil, piensa en un gatito bebé.

Si alguna vez has vivido el proceso de crecimiento de un gatito, sabrás que abren los ojos en torno a los 10-15 días de vida, y recién abiertos, todos son de color azul. Ese color irá cambiando según pasen las semanas, hasta que en torno a las 7 – 12 semanas de edad, podremos hacernos una idea de cuál va a ser el color definitivo de sus ojos.

Los melanocitos solo responden a la luz, de tal manera que hasta que el animal no abre los ojos y comienza a estar en contacto con la luz, las células productoras de melanina permanecen inmaduras, y el color de ojos es igual para todos: azulado. Durante las primeras semanas de vida, será cuando vaya produciéndose la pigmentación definitiva del ojo a la vez que maduran los melanocitos y producen la melanina.

Dos tipos de heterocromía

Dentro de esta característica del iris de nuestros animales, a su vez podemos hablar de dos tipos: heterocromía iridium o completa, o heterocromía iridis o parcial. ¿Y cuál es la diferencia entre ellas?

La heterocromía completa ocurre cuando un animal tiene ojos de dos colores totalmente independientes, por ejemplo uno azul y el otro amarillo.

La heterocromía parcial en cambio, se refiere a cuando en el iris de un mismo ojo aparecen dos colores. De esta manera, un mismo ojo puede tener una parte del iris de color azul, y otra parte amarilla, debido a las diferentes concentraciones de melanina que están diseminadas por ese mismo iris.

Algunas razas tienen más predisposición que otras

Los genes que tienen relación con que los gatos sean completamente blancos, o bicolores, son también responsables de la mayoría de los casos de heterocromía, de ahí que si piensas en un gato que hayas visto con un ojo de cada color, seguramente se te venga a la cabeza uno de pelaje blanco. Debido a la influencia genética que tiene la heterocromía, hay razas en las que es más frecuente ver esta característica. Así, entre los gatos será más frecuente verlo en el Siamés, Persa, Abisinio, Khao Manee, Birmano, Bobtail japonés, Van turco, o Angora turco.

En los perros destacan los de razas nórdicas, como el Husky siberiano o el Alaskan malamute, pero también es frecuente en el Border collie, Pastor australiano, Dogo alemán, Dálmata, Bóxer o Weimaraner.

Si cambia el color del ojo de tu amigo siendo adulto, ¡al veterinario!

La heterocromía, como hemos comentado, no es una situación patológica, pero sí debemos saber que los ojos de nuestros perros y gatos pueden cambiar de color en algún momento de su vida, debido a alguna enfermedad, lesión, traumatismo, hemorragia, etc, y en todos esos casos es urgente que acudamos lo más pronto posible a la clínica veterinaria.

¿Qué te ha parecido esta curiosidad sobre nuestros animales? ¿Conoces a algún animal con heterocromía? ¡Cuéntanos!

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