Pero, ¿todos los gatos pueden vivir en un hogar? Muchos de ellos nacen y crecen sin contacto con las personas, conservando su lado más asilvestrado, por lo que esos animales no pueden ni deben vivir en una casa, ya que no disfrutan de la compañía de las personas ni de sentirse encerrados, si no que su hogar es el entorno en el que han nacido. Hoy en día, nuestras ciudades son el lugar de nacimiento de cientos de gatos, lo que supone un peligro para ellos: atropellos, envenenamiento, actos vandálicos, etc por lo que desde hace unos años proteger a estos animales se ha convertido en una responsabilidad colectiva, con programas específicos de control de la natalidad y de la alimentación, creación de refugios, etc desarrollados por los propios ayuntamientos, o por entidades de protección animal.
Así, en este post queremos contaros un poco más sobre las colonias felinas y el método de control de sus poblaciones, tan necesario para ayudar a que los gatos de la calle vivan más seguros, más sanos, y sean respetados mientras disfrutan de su vida en libertad.
¿Te interesa el tema? ¿Eres un amante de los gatos y te gustaría saber cómo ayudarles? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es una colonia felina?
Se conoce con este nombre a la comunidad integrada por varios gatos que viven en libertad, en un espacio concreto, el cual puede estar ubicado en zonas urbanas, ya sea zonas verdes, zona industrial, zonas residenciales, espacios públicos o privados, etc, en los cuales los gatos están o deberían estar en buenas condiciones higiénico-sanitarias.
¿Y cómo se forman estas colonias? No debemos olvidar que los gatos no aparecen sin más, si no que su origen parte de los gatos caseros que se pierden o son abandonados por irresponsabilidad de sus humanos, que al estar sin esterilizar comienzan a crear un nuevo núcleo de población, con varias camadas al año, cachorros que a su vez perpetúan el aumento de población. Los gatos de las colonias y nuestros gatos de casa son la misma especie, el gato doméstico, pero la diferencia en la socialización de ambos hace que a los gatos de la calle se les denomine ferales, es decir, “salvajes”, ya que no toleran en su mayoría el contacto del ser humano y son felices viviendo en libertad.
A nivel legal, los responsables de la gestión de las colonias felinas son los ayuntamientos, quienes a su vez pueden derivar este trabajo a entidades de protección animal, incluso en muchos casos los encargados son personas particulares, con el fin de que los animales sean censados, castrados, identificados mediante microchip, y gocen de los cuidados necesarios: alimento, fuentes de agua, refugios, asistencia veterinaria, etc.
El método CES o CER: La forma ética de gestionar colonias felinas
Con las siglas CER o CES, de captura, esterilización y retorno o suelta, se conoce al método ampliamente aceptado y utilizado en países de todo el mundo, para la gestión ética de las colonias felinas.
Gracias a este método, los gatos son castrados, llevados al veterinario para un chequeo completo, identificación, desparasitación, vacunación y castración, y una vez recuperados son liberados en el mismo punto en el que fueron capturados, es decir, en su hogar, pero a partir de ese momento su vida cambia a otra con mayor bienestar y salud, fomentando que su vida en la calle sea la mejor posible. Para poder identificar a simple vista si un gato está ya castrado o no, durante la anestesia para la castración, el veterinario realiza un pequeño corte en la oreja del animal, en la oreja derecha a las hembras y en la izquierda a los machos, retirando parte de la punta, siendo esta la marca mundial oficial para reconocer a cada gato castrado que se devuelve a su colonia.
Al no ser gatos sociables, la captura de los animales se realiza mediante jaula trampa, que es una herramienta que permite la entrada del animal, y su cierre al pisar el gato una palanca que activa el dispositivo de cierre de la jaula, e impide que el animal salga, permitiendo así su traslado a la clínica veterinaria. Para la realización del método CES/CER es necesaria la implicación de los ayuntamientos, ya que la inversión económica es muy grande, así como la colaboración de personas, en la mayoría de casos voluntarias, que se encargan de crear rutinas de alimentación, de realizar las capturas, el traslado a los centros veterinarios, su puesta en libertad, y el control posterior de los animales.
Ventajas del método CES/CER
Sin duda, una colonia bien gestionada es una colonia sana, en la que sus habitantes viven con un bienestar óptimo, lo que además implica beneficios para los vecinos de la zona, ya que la población de gatos se mantiene constante y es más fácil detectar la llegada de animales nuevos para su control, si algún animal enferma, si alguno fallece, etc.
Algunas de las ventajas generales son la disminución del nacimiento descontrolado de camadas, la mejora del control sanitario, disminuyen o desaparecen los ruidos nocturnos por gatos en celo o peleas, lo que mejora la convivencia y la aceptación por parte de los vecinos, disminuye el marcaje y la suciedad de la zona, evita que los gatos deambulen tras hembras en celo, lo que disminuye sus posibilidades de ser atropellados, y se quedan en su colonia, además el control disminuye el índice de animales enfermos, heridos, moribundos, o parasitados.
No todas las personas son amantes de los gatos, así que este control poblacional y cuidado, fomentando su bienestar y salud, hace que muchas personas hayan aceptado la convivencia con las colonias felinas, ya que pueden apreciar que si las cosas se hacen bien, los gatos son unos vecinos maravillosos.
Aún queda mucho trabajo por hacer para proteger a los gatos de nuestras ciudades, pero poco a poco se va tomando su bienestar en serio, y por suerte cada vez son más las ciudades de España donde se les cuida y protege como merecen.
Cuéntanos, ¿conocías este control de poblaciones gatunas? ¿Sabes si se realiza en tu municipio? ¡Te animamos a informarte y colaborar para mejorar la vida de los gatos de la calle!