Ofrecer y recibir regalos nos encanta, especialmente a los más pequeños de la casa, y es que la ilusión que transmiten los niños es contagiosa, y hace que los adultos sigamos disfrutando de la magia navideña. En la carta a Papá Noel o a los Reyes Magos anotan muchísimas cosas, pero ¿qué hacemos cuando quieren un animal?
Es normal que los niños quieran la compañía de un perrito, pero llegado ese momento en que lo incluyen entre sus deseos navideños, los adultos tenemos que ser responsables y analizar si realmente nuestra familia está preparada para la llegada de un nuevo miembro, o no.
Hay una cosa que tenemos clara, y es que, aunque decidamos que es el momento de ampliar la familia, un animal nunca debería ser un regalo. ¿Sabes por qué? ¡Te lo contamos!
Son seres vivos
Parece muy obvio, ¿verdad? Si queremos recordar este punto es porque una vez que los animales pueden ser comprados y regalados, pasan a ser considerados objetos por cierto porcentaje de la población, y nunca se debe olvidar que son seres vivos, que sienten, al igual que nosotros.
Los animales necesitan comer y beber todos los días, descansar, jugar, hacer sus necesidades, aprender a relacionarse, dormir, estar sanos, etc… y nosotros como sus responsables, debemos cubrir todas sus necesidades diariamente.
Siempre debería ser una decisión personal y responsable
Cuando se hace un regalo, normalmente implica que es una sorpresa: que es algo que se compra para otra persona, sin que esta sepa lo que va a ser. Esto nos encanta, pero cuando lo que se regala es un animal implica muchas responsabilidades más allá de un simple regalo, y quien lo recibe no siempre está dispuesto a asumirlas.
Por eso, aunque nuestros hijos deseen un animal por Navidad, no debe ser considerado como otro juguete más en la lista, si no que somos los adultos los que tenemos que valorar si todo el conjunto del núcleo familiar puede hacerse responsable de ese futuro animal o no. Si ahora mismo no estamos preparados para su llegada, debemos explicar a los niños por qué, y hacerles ver que un perro, gato, conejo o cualquier animal necesita de una inversión de tiempo, dinero, cuidados veterinarios y de higiene, salir a la calle, etc, y que hasta que no sean un poco más mayores, la familia no puede asumir todo ello.
Lo que sí podemos hacer es ir preparando a los niños para que, en un futuro, ya conozcan los cuidados de un animal, por ejemplo, regalándoles un peluche y accesorios perrunos, e ir sacándole a pasear, “dándole de comer”, etc, incluso podemos apadrinar un animal de una protectora e ir de vez en cuando a pasearle y estar con él, y así que los más pequeños vayan generando ese vínculo y responsabilidad necesarios para el cuidado de cualquier ser vivo.
Si habiendo valorado todas las necesidades del animal y obligaciones por nuestra parte, estamos convencidos de que queremos asumir la responsabilidad que implica un animal, te recomendamos la adopción responsable. Las protectoras están llenas de animales que esperan una nueva oportunidad, ¡necesitan que alguien cambie su vida!
No tienen ticket de devolución
Como decíamos, los animales son seres vivos, no objetos, por lo tanto una vez que el animal está con nosotros debemos cuidarle durante el resto de su vida. No llega a nuestra casa con un ticket de devolución, como cuando compramos una camiseta o un pantalón y tenemos que probárnoslo para ver si nos vale. Los animales llegan para siempre, por eso antes de dar el paso debemos estar totalmente seguros y saber que será una responsabilidad que asumimos para los próximos 1o, 15, o 20 años, y que pase lo que pase, estaremos ahí para nuestro compañero de vida. Pasaremos por cambios de trabajo, mudanzas, tendremos hijos, viajaremos, y muchas situaciones más que irán construyendo nuestra vida. En cada una de ellas nuestro mejor amigo nos acompañará como uno más de la familia, y nosotros tendremos que estar para él.
Tristemente, los regalos fomentan el abandono.
En 2019 en España, las protectoras recogieron alrededor de 306.000 perros y gatos abandonados. Es una cifra muy alta y preocupante, por lo que no debemos seguir fomentando que esto suceda regalando un animal, y menos aún sin que quien lo va a recibir esté al cien por cien convencido de todo lo que implica hacerse cargo de un ser vivo.
Siendo consciente del problema de abandono que hay en nuestro país, la actriz Núria Gago ha escrito y dirigido un corto en el que nos muestra la dura historia de los miles de animales que llegan a los hogares de una manera irresponsable, y que tristemente terminan abandonados tiempo después. En el mejor de los casos, serán recogidos por una asociación protectora de animales y tendrán una nueva oportunidad de encontrar familia, pero lamentablemente una gran mayoría fallecen por inanición, atropellados, etc.
Es necesario que todos seamos conscientes del problema, y pongamos nuestro granito de arena para concienciar a aquellos que aún no son conscientes de ello, y disminuir así la incidencia de abandono en España y fomentar la tenencia responsable.
Los animales son nuestros grandes amigos, nuestros compañeros de vida, están a nuestro lado pase lo que pase,… ¿no crees que merecen que nosotros les cuidemos durante todos los años de su vida?