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Hipotiroidismo canino, ¿cómo podemos detectarlo?

En ocasiones, las enfermedades endocrinas pueden ser difíciles de detectar para los cuidadores de perros y gatos, por eso es importante que sepamos de su existencia y conozcamos los síntomas que deben hacernos sospechar, para así acudir a la clínica veterinaria lo antes posible.

Como comentábamos, el hipotiroidismo es una de las enfermedades endocrinas con mayor incidencia en el perro, mientras que en el gato es muy rara, siendo en los felinos el hipertiroidismo la afección tiroidea más habitual.

¿Cuál es la causa del hipotiroidismo?

Solo con analizar el nombre de la enfermedad podemos hacernos una idea de lo que va a ocurrir en el organismo del perro: va a existir una menor secreción de hormonas tiroideas. Estas hormonas son la T4 o tiroxina y la T3 o triyodotironina, que son liberadas por la glándula tiroides, localizada en el cuello ventralmente a la tráquea.

Aunque el hipotiroidismo puede tener un origen congénito, lo más habitual es que aparezca en el animal adulto por inflamación de la glándula tiroides (tiroiditis linfocitaria), o por atrofia idiopática de la glándula. El origen también puede ser un tumor, pero no suele ser frecuente.

Las razas perrunas más afectadas son las medianas y grandes, teniendo mayor predisposición el Golden retriever, Dóberman, Setter irlandés, Gran danés, Cocker spaniel, Bóxer o Beagle. La edad más habitual de presentación es entre los 4 y 10 años, aunque puede darse también en animales más jóvenes.

Síntomas del hipotiroidismo canino

Puesto que las hormonas tiroideas influyen sobre el metabolismo de muchos órganos, su deficiencia va a suponer una disminución del metabolismo celular, y en consecuencia aparecerán una amplia variedad de síntomas relacionados con un enlentecimiento de las funciones orgánicas.

Así, los perros que tienen hipotiroidismo presentan letargia, somnolencia, intolerancia al ejercicio, debilidad generalizada, temperatura corporal disminuida e intolerancia al frío, tendencia a la obesidad aunque no haya aumento de la ingesta de alimento, disminución de la frecuencia cardiaca, pulso lento, etc.

Además, los síntomas dermatológicos son muy frecuentes. Destaca la alopecia bilateral simétrica y no pruriginosa, siendo también habitual una pérdida de pelo en la cola, lo que se conoce como “cola de rata”. Puede haber cambios en el color y calidad del pelo, apareciendo un pelo seco y sin brillo, que tarda mucho en crecer. También hay predisposición a las infecciones de piel, a la hiperqueratosis, y al acúmulo de líquido en la piel.

Otros síntomas afectan a los ojos (úlceras corneales, uveítis), al sistema reproductivo (infertilidad), o al sistema nervioso (parálisis laríngea, megaesófago, síndrome vestibular).

A nivel de comportamiento, la agresividad se ha relacionado en ocasiones con el hipotiroidismo.

Como ves, son muchos los síntomas asociados a esta enfermedad pero especialmente los dermatológicos y metabólicos son los que más frecuentemente aparecen.

Diagnóstico y tratamiento

La aparición de síntomas compatibles con la enfermedad hace sospechar al veterinario, pero es fundamental realizar pruebas para llegar al diagnóstico. Es necesario realizar una analítica completa de sangre, que incluya la medición de la concentración de hormonas T4 total, T4 libre y TSH (hormona estimulante de la tiroides).

Típicamente, los perros hipotiroideos suelen tener resultados bajos de T4 y altos de TSH, ya que esta hormona estimulante aumenta en el intento de forzar la producción de T4 por parte de la glándula tiroides, pero no se consigue.

Es importante tener en cuenta que enfermedades concurrentes o tratamientos con corticoides o anticonvulsivantes, por ejemplo, pueden afectar a los niveles de hormonas tiroideas, haciendo que disminuyan a niveles de un perro hipotiroideo, lo que se conoce como el síndrome del eutiroideo enfermo.

Por suerte, una vez confirmado el hipotiroidismo su tratamiento es fácil, simplemente hay que administrar hormona tiroidea sintética, levotiroxina, dos veces al día. Es importante realizar controles cada pocas semanas para ir ajustando la dosis en función del peso, y normalmente en poco tiempo se aprecia una mejoría de la sintomatología. La medicación se tiene que administrar para siempre, pero gracias a ella la calidad de vida de los perros con hipotiroidismo mejora notablemente.

Cuéntanos, ¿sabías que los animales podían tener enfermedades relacionadas con la glándula tiroides? ¡Esperamos que hayas aprendido un poco más sobre nuestros compañeros de vida perrunos!

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