Por ello, hablamos del síndrome del perro braquicéfalo para referirnos al conjunto de síntomas producidos por la anatomía particular de estas razas: cráneo ancho y corto, hocico chato y diversas anomalías a nivel respiratorio, como el estrechamiento de los orificios nasales, paladar blando más largo de lo normal y eversión de los sáculos laríngeos, lo que obstruye parcialmente el flujo de aire.
Además puede existir colapso laríngeo, hipoplasia traqueal y engrosamiento de la base de la lengua en casos más graves, siendo signos de peor pronóstico.
Razas afectadas y síntomas habituales.
Como comentábamos, las razas de perro más afectadas son el Bulldog Inglés y Francés, Boston Terrier, Carlino o Pug, Pekinés, Shih-tzu, Bóxer y Lhasa-apso, y entre los gatos el Persa, el Exótico y el Himalayo.
En cuanto a los síntomas podemos observar dificultad respiratoria, estridores y estertores respiratorios, respiración por la boca e incluso imposibilidad de respirar. Además, es común que aparezca intolerancia al ejercicio, cianosis (lengua y mucosas de color azul debido a la falta de oxígeno) y colapso o síncope. Por el esfuerzo para respirar, algunos perros pueden incluso presentar arcadas, náuseas y vómitos. Es importante recordar que los signos aumentan con el ejercicio, la excitación o las altas temperaturas, por lo que debemos tener mucho cuidado en estos casos.
¿Existe tratamiento?
El tratamiento se basa fundamentalmente en la corrección de los defectos anatómicos mediante cirugía, con el fin de favorecer el paso de aire a través de las vías respiratorias y minimizar la posibilidad de que aparezcan los síntomas que hemos explicado. Las cirugías serán diferentes según el defecto que haya que corregir, pero normalmente la primera elección es ampliar los orificios nasales y “recortar” el paladar blando, gracias a lo cual el aire llega mejor a los pulmones y se reduce el esfuerzo inspiratorio.
Es importante saber que cuanto más joven sea el animal, mejor pronóstico tendrá, por lo que detectar a tiempo este síndrome es garantía de una mejor calidad de vida para nuestro amigo.
Además, en ocasiones hay que recurrir también a tratamiento médico, como la administración de corticoides, antitusígenos, o broncodilatadores, ya que podemos encontrarnos casos de obstrucción respiratoria que requieren de un tratamiento urgente.
¿Qué precauciones especiales debemos tener con estas razas?
Si somos amantes perrunos, y en especial de las razas “chatas”, debemos conocer sus características y posibles problemas de salud para prevenirlos o minimizarlos en su mayor medida, y así otorgar a nuestro compañero la mejor vida posible a nuestro lado.
Según adoptamos a nuestro amigo, una de las primeras cosas que debemos hacer es visitar al veterinario, así sabremos si presenta algunos de los síntomas del síndrome braquicefálico, y si así fuera, proceder a corregirlos lo antes posible. Además, mantener siempre sus orificios nasales limpios, libres de mucosidad o suciedad, le ayudará a respirar mejor.
Ahora que hace calor, debemos tener mucho cuidado con los golpes de calor, ya que son razas propensas a la hipertermia, por lo que es mejor salir a la calle en las horas más frescas del día, y por supuesto, evitar el ejercicio. Si además utilizamos arnés en vez de collar, evitaremos posibles tirones que compriman su cuello, y por tanto le dificulten aún más la respiración.
En cuanto a la alimentación e ingesta de agua, esperaremos a que el animal esté tranquilo, sin signos de dificultad respiratoria, con el fin de evitar atragantamientos y desarrollo de dilatación-torsión gástrica.
Si tenemos en cuenta todo lo que hemos comentado, nuestros amigos braquicéfalos pueden tener una calidad de vida buena y vivir muchos años junto a nosotros.
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