¿Quién era San Francisco de Asís?
Nacido en Asís, Italia, en 1182, en el seno de una familia con alto poder adquisitivo, San Francisco cambió su estilo de vida a otro más austero, y se dedicó a servir y ayudar no solo a las personas, sino también a todos los animales.
Según cuentan las leyendas, todas las especies le escuchaban, incluso le obedecían. Algunas de ellas tratan sobre golondrinas que le seguían en bandadas y formaban una cruz por encima de él, o sobre lobos que tras la intervención de San Francisco, dejaron de atacar al ganado y convivieron con los pastores en armonía.
Por las diversas anécdotas relacionadas con la naturaleza y los animales, la Organización Mundial de Protección Animal instauró la fecha de 4 de octubre como Día Mundial de los Animales, además en 1980 el Papa Juan Pablo II le proclamó Patrón de los Animales y de los Ecologistas, y cómo no, también es el Patrón de los veterinarios.
Ahora que sabes por qué hoy se celebra el día de los animales, ¿qué te parece si lo aprovechamos para comentar algunas de las lecciones de vida que nos enseña el mundo animal?
Vivir el momento.
Los animales viven el aquí y el ahora. Para nuestra mente humana, es imposible dejar de pensar muchas veces en el futuro y sentir ansiedad imaginando cosas que no sabemos si pasarán… o recordar el pasado y anhelar momentos que ya no volverán. Lo más preciado que tenemos es el ahora, nuestro presente, y observando a los animales podemos darnos cuenta de lo importante que es tomar conciencia de cada momento para no perdernos nada de lo que vivimos. Cuando nuestro perro come, disfruta de ese alimento, cuando nuestro gato duerme, lo hace plácidamente, cuando un perro juega con otro en el parque, nada ni nadie le frena,… ¡Es tan divertido! ¿Para qué tener la mente en otro lado si nos estamos perdiendo lo que ahora mismo vivimos?
Dar rienda suelta a nuestros sentidos.
Piensa en tu vida diaria… ¿Te paras a sentir aquello que te rodea? Los animales sí, usan continuamente su olfato, observan, escuchan,… Nosotros vamos un poco a lo loco por la vida, siempre con prisas, pensando en lo que tenemos que hacer después, y nos perdemos muchas cosas maravillosas. Pasar por una floristería y oler las flores, pararnos a escuchar esa canción que está tocando un músico callejero, admirar los colores de la puesta de sol, y tantas y tantas cosas de las que no disfrutamos, pero que seguro que los animales no dejarían pasar.
La unión hace la fuerza.
Si los humanos dejáramos a un lado nuestras diferencias y nos apoyaramos más, seguro que conseguiríamos ese mundo soñado por muchos, o al menos estaríamos más cerca de él. Muchas especies animales viven en colectividades: bandadas, manadas, enjambres, bancos, colonias,… de tal manera que trabajan juntos por un mismo fin, y se protegen entre ellos.
Seguro que si piensas en el reino animal, se te ocurren muchos casos de compañerismo y trabajo en equipo: leonas cazando juntas, hormigas recolectando víveres para el invierno, peces que se mueven en bancos de miles de individuos,… Un gran trabajo grupal es el de algunas aves, como los gansos. Estas aves vuelan en “V”, para así tener una resistencia al viento menor y avanzar más rápido en su camino. El ganso que va primero en la formación se cansa antes que el resto, así que cuando ya no puede más, pasa a la última posición, y el que iba segundo le releva… Increíble, ¿verdad?
Dedica tiempo al descanso.
Sí, todos tenemos que invertir mucha energía en el día a día, pero cuando llega el momento de parar un poco, ¡hay que aprovecharlo! Depende de la especie, pero muchas dedican gran parte de cada día a descansar y dormir, lo que es una necesidad básica para mantener el correcto funcionamiento de cualquier organismo.
El amor incondicional.
Los animales aman sin importarles nada más. Los que convivimos con algún animal lo sabemos bien: da igual nuestra altura, nuestra raza, si somos más o menos cariñosos, si hemos tenido un mal día, si nos teñimos el pelo,… seamos como seamos nuestros animales nos querrán por siempre, sin juicios de ningún tipo.
Pero no solo los animales que viven en casa con nosotros son ejemplo de un amor sin límites. Muchas especies profesan fidelidad y amor al vivir toda su vida con la misma pareja, y al sufrir ante el fallecimiento de su compañero, como los pingüinos, periquitos, lechuzas, castores o cisnes.
Seguro que se te ocurren más lecciones de vida que nos enseña el mundo animal, ¿las compartes con nosotros?
¡Feliz Día de los Animales!
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