Los perros y gatos comparten muchos de sus hábitos, sentimientos y características físicas con las personas: comen, beben, sienten afecto, miedo, tienen frío o calor, tienen los mismos órganos corporales que nosotros, etc. Aún así, aunque todos los mamíferos somos muy parecidos entre nosotros, existen ciertas diferencias características de especie, por lo que vamos a repasar algunas de las curiosidades de la anatomía de nuestros mejores amigos.
Visión nocturna mejorada.
Seguro que alguna vez has hecho una foto con flash a tu perro o gato y ha salido con los ojos “iluminados”. Esto es por una estructura especial que poseen debajo de la retina llamada tapetum lucidum, que funciona a modo de espejo como una capa reflectante que intensifica la visión en condiciones de penumbra y oscuridad. De esta manera, su visión nocturna mejora, ojalá nosotros también pudiéramos ver mejor de noche, ¿verdad?
Tres párpados.
Como es una estructura escondida, mucha gente no sabe que los perros y gatos tienen un tercer párpado y es cuando por algún motivo se inflama que de repente conocen su existencia. La misión del tercer párpado o membrana nictitante es proteger los ojos contra agresiones externas o cuerpos extraños que puedan introducirse. Nosotros podemos frotarnos los ojos si notamos que algo nos molesta, incluso podemos coger el agente irritante con nuestros dedos, pero nuestros animales no, de ahí la existencia de este tercer párpado.
Lengua “rasposa”.
Si alguna vez has recibido algún beso gatuno o has visto a algún gato bostezar de cerca, sabrás que su lengua es bastante diferente a la nuestra. Sus papilas gustativas son duras y tienen forma de espículas, y te preguntarás ¿por qué son así? No se puede negar que los gatos son unos animales muy limpios, dedican gran parte del día al cuidado y limpieza de su pelaje y para ello utilizan su lengua. Gracias a estas papilas, su lengua se transforma en el peine perfecto. Además, esta parte de su anatomía les ayuda a beber agua al quedar atrapado el líquido entre las papilas.
Largos bigotes.
Los bigotes de perros y gatos son en realidad unos pelos muy sensibles llamados vibrisas. No solo se encuentran en la zona del bigote, sino también en otros lugares como las comisuras de la boca, sobre los ojos, bajo el mentón e incluso en las patas. Gracias a las vibrisas, los perros y gatos se orientan en la oscuridad, detectan de dónde viene un rastro, controlan la distancia entre objetos, pueden sentir variaciones de temperatura, incluso sienten dolor. Hay quien no sabe la relevancia de estos bigotes y los cortan como si fuera pelo normal, alterando en muchos casos la orientación y funciones importantes de los animales. Así que, ya sabes: nunca cortes o arranques estos “pelos” tan necesarios para el bienestar de los animales.
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¿Los perros y gatos sudan?
Cuando hace mucho calor o hacemos ejercicio, es inevitable sentir como el sudor cubre toda nuestra piel. En el caso de perros y gatos, la disipación de calor ocurre de manera diferente. Sus glándulas sudoríparas están localizadas en puntos concretos, como las almohadillas de las patas, la trufa, el mentón, o la zona anal, de ahí que no seamos capaces de apreciar el sudor. Además, en el caso de los perros el jadeo es muy característico, y es su forma más eficiente de perder calor. Por ello, se debe tener especial cuidado si nuestro perro lleva bozal, evitando en días muy calurosos la utilización de bozales de tela. Este tipo de bozales les impide abrir la boca, y por tanto, hace imposible el jadeo, y por tanto esa falta de pérdida de calor podría derivar en un golpe de calor, incluso en el fallecimiento del animal.