Los perros también tienen su propio lenguaje, no solo es un lenguaje verbal, sino que para relacionarse entre sí, y como no, con nosotros, utilizan otro tipo de recursos que no siempre son captados ni entendidos por el humano, lo que en ocasiones lleva a que el vínculo perro-persona se fracture.
Seguro que a ti también te cuesta resistirte a los hocicos perrunos,… esas naricillas nos buscan para pedirnos algo de comida, para incitarnos a jugar a la pelota, o simplemente para reposar sobre nosotros cuando nos acurrucamos en el sofá, ¿verdad?