Sabemos que el calor puede influir negativamente en nuestros animales, poniendo incluso en riesgo su vida si se ven afectados por un golpe de calor, por eso, queremos empezar la temporada de altas temperaturas haciendo un repaso de algunos consejos que debemos aplicar en nuestro día a día, para que nuestros mejores amigos se mantengan fresquitos, y no padezcan ningún signo clínico asociado al aumento de su temperatura corporal.

¿Te animas a hacer un repaso junto a nosotros? ¡Vamos a ello!

Nos encanta el sol, pero ¡mejor evitarlo durante las horas en que está más fuerte!

Pasear en días cálidos y soleados nos encanta, pero sabemos que hay franjas horarias durante el día, en las que los rayos de sol inciden en la superficie de la Tierra con más intensidad, por lo que proporcionarán más calor, y mantenernos mucho tiempo al aire libre puede ser peligroso.

Si queremos disfrutar de largos paseos, siempre será mejor aprovechar las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, en las que las temperaturas son más suaves.

Las zonas de sombra, grandes aliadas

Ya sea durante el paseo, o si nuestro mejor amigo tiene posibilidad de estar en exterior en nuestra casa, es fundamental poder proporcionarle zonas de sombra. Los árboles, toldos, lonas, etc proporcionan áreas libres de sol directo, en las que nuestro perro puede disfrutar del aire libre, pero protegido de las radiaciones. Además, es necesario que pueda pisar suelo fresquito, con el fin de evitar que sus almohadillas sufran quemaduras por la continua exposición a superficies calientes.

Cambia las camas de invierno por otras más frescas

Cuando hace frío, las camas calentitas son muy acogedoras para nuestros animales, pero cuando las temperaturas comienzan a subir, es recomendable ofrecerles otro tipo de lugares de descanso, como colchonetas de tejidos más fresquitos como el algodón, o incluso camas refrescantes, en las que al tumbarse se activa un gel que les proporciona sensación de frescor. Además, muchos de nuestros perros directamente prefieren tumbarse en el suelo, sobre todo en los que son de azulejo, como los de la cocina o el baño, ya que son materiales que se mantienen frescos, así que procura que tengan acceso a esas zonas de la casa.

Fomenta la ingesta de agua

El calor hace que nuestras pérdidas de agua aumenten, ya que se ponen en marcha mecanismos de termorregulación para enfriar nuestro cuerpo, como el sudor en las personas o el jadeo en los perros, por lo que a medida que suben las temperaturas, todos necesitamos beber más. En casa, añade algún recipiente adicional con agua fresca, y procura que siempre esté lleno y con agua limpia. En los paseos, no olvides llevar siempre una botella y un bebedero, para que tu mejor amigo tenga la posibilidad de estar siempre bien hidratado.

Si viajáis en coche, nunca dejes a tu perro solo en el interior

Tienes que ir a hacer algún recado, y te acompaña tu perro en el coche… Aunque creas que va a quedarse en el coche durante un corto espacio de tiempo, si el calor ambiental es alto, unos minutos pueden ser suficientes para que la temperatura en el interior del vehículo sea demasiado elevada, y nuestro mejor amigo sea incapaz de poder disipar todo ese calor, haciéndole más vulnerable al golpe de calor. Da igual que el coche esté en la sombra, y con las ventanillas entreabiertas, evita en todo caso este riesgo. Es mejor perder cinco minutos volviendo a casa, dejar a nuestro mejor amigo protegido del calor, y luego terminar nuestros recados, que poner en riesgo su salud, ¿a que sí?.

Conoce las características de tu perro que le hacen más vulnerable al calor

No todas las personas aguantamos igual el calor, y nuestros animales tampoco. Los cachorros, animales mayores, con sobrepeso, con patologías cardiacas o respiratorias, o las razas braquicéfalas, son más susceptibles de padecer un golpe de calor, ya que sus mecanismos de termorregulación se ven alterados. En todos estos casos, es aún más importante proporcionarles lugares de descanso frescos, y evitar exponerlos al sol y al calor. Si quieres saber un poco más sobre los signos que deben alertarnos del golpe de calor, y cómo podemos actuar si aparece, te recomendamos echar un vistazo a este post anterior del blog.

Cuidado con los cortes de pelo

A diferencia de lo que podemos creer, cortar el pelo a nuestro perro no le proporciona frescor, si no que puede hacer el efecto contrario, y contribuir a que su temperatura corporal aumente. El pelo tiene un papel aislante, tanto del frío como del calor, por lo que es esencial respetar el manto de nuestros compañeros, y adaptarnos al tipo de pelo, realizando los procedimientos de peluquería que se adapten a cada caso, como por ejemplo el deslanado, pero nunca exponiendo la piel del animal. Confía siempre en tu peluquero canino, quien podrá indicarte qué necesita tu compañero perruno.

Proporciona a tu amigo juguetes y snacks refrescantes

Los alimentos fríos o helados son los reyes de la época de calor, y… ¿Qué te parece que tu perro también pueda refrescarse gracias a ellos? En el mercado existen juguetes interactivos que podemos rellenar de su comida y congelarlos, para que puedan disfrutar de largos ratos lamiéndolos y así entretenerse, estimular su inteligencia, y además refrescarse. También puedes preparar helados caseros, con frutas, yogur natural, caldo de pollo,… A la vez que aportan hidratación, complementan la dieta de nuestros perros con vitaminas y nutrientes beneficiosos para su salud. Te recomendamos que preguntes a tu veterinario qué alimentos puedes añadir a la dieta de tu perro, para hacerle más fresquito el verano.

Cuéntanos, ¿qué hábitos cambias cuando comienza a hacer calor? ¿Cómo evitas que las altas temperaturas puedan afectar a tu perro? Es época de hacer más planes en el exterior, pero ¡siempre protegiendo a nuestros mejores amigos!

aquielvideo