Seguro que muchos vais a empezar la formación de auxiliar clínico veterinario, por eso queremos poner en alza algunas de las cualidades que hacen de los auxiliares veterinarios unos grandes profesionales, y les capacitan para desarrollar exitosamente su trabajo en clínica veterinaria.
¿Crees que te identificarás con ellas? Seguro que sí, y ¡esperamos que te anime a dar el paso de comenzar tus estudios, o de continuar con ellos!
Empatía
Los animales afloran nuestros mejores sentimientos, y seguro que has elegido esta profesión para poder ayudarles, para contribuir a su curación y mejorar su bienestar. Eso ya demuestra empatía, pero debemos pensar en que no solo trataremos con los animales, nuestros pacientes, si no también con sus familias, personas como nosotros, y que tendremos que mostrarnos empáticos con ellos. Durante el día a día de la clínica pueden darse situaciones muy duras: la detección de una enfermedad grave, la llegada de un animal recién atropellado, una eutanasia,… Todos ellos son momentos en los que la persona necesitará apoyo, y ahí está nuestra figura para demostrarles nuestra calidad humana y profesional.
Amabilidad
Una sonrisa, buenas palabras, ser amable, respetuoso,… ¿a que sin duda esa actitud nos hace sentir mejor, y hace que el resto de personas tenga una buena percepción nuestra? Una de nuestras funciones es la de recibir a los clientes cuando llegan, la de acordar citas con ellos, la de asesorarles sobre algún alimento,… en definitiva la de atenderles y proporcionarles todo aquello que requiera la situación y si lo hacemos de manera amable y con delicadeza, seguro que haremos que vuelvan a visitarnos.
Habilidad para comunicarse
En cualquier trabajo cara al público las habilidades comunicativas cobran una gran importancia. Debemos ser capaces de transmitir nuestros conocimientos de una manera que los clientes los comprendan, así como debemos poder gestionar las diferentes situaciones del día a día, ya sean buenas o no tan buenas, procurando que todo en nosotros: expresión corporal, tono de voz, gestos, etc sea amigable y no genere conflicto. Por supuesto, la capacidad de comunicación también se aplica con el resto de compañeros de trabajo, no solo con las familias de nuestros pacientes animales.
Facilidad para trabajar en equipo
Los diferentes miembros de un centro veterinario no trabajan solos, sino que es fundamental el trabajo en equipo. Desde que llega nuestro paciente y su familia hasta que se van, son varias las personas encargadas de que su experiencia sea la mejor posible: recepcionista, veterinarios, auxiliares, peluqueros,… por lo que si el equipo está coordinado, y existe una buena relación, comunicación y reparto de tareas entre ellos, el ambiente será amigable y eso será percibido por los clientes, ayudando a que su experiencia en la clínica sea positiva.
Organización
El trabajo ordenado y organizado favorece que todo fluya mejor, terminando tareas una vez se empiezan, no dejando utensilios fuera de su lugar, fomentando la limpieza y el orden, etc. Son muchas las tareas del día a día, por lo que siendo organizados, primero de manera individual, como a nivel de todo el equipo, ahorrará tiempo, ayudará a que todo esté en su sitio cuando se necesita, dará una mejor impresión a los clientes, creará un mejor ambiente de trabajo,…
Ganas de aprender
La formación contínua es fundamental para cualquier profesión sanitaria, ¡cómo no para la de auxiliar veterinario! La medicina veterinaria va actualizándose, y nosotros debemos ir haciéndolo con ella para poder ofrecer a nuestros pacientes las mejores opciones de tratamiento, los mejores métodos diagnósticos, la mayor comodidad posible durante la consulta o paso por la hospitalización, etc. Nosotros te animamos a que no te quedes en una formación básica, si no que siempre dediques un poco de tiempo a aprender cosas nuevas, ya sea sobre el comportamiento de nuestros animales, otras terapias para mejorar su calidad de vida, como la rehabilitación, especializarte en pruebas de imagen, aprender sobre especies animales exóticas,… el conocimiento es tan grande, que ya depende de ti el orientar tu profesión.
Amor por los animales
Sin duda, los auxiliares veterinarios son unos enamorados de los animales, y este es el motor que les impulsa a trabajar con dedicación, y seguir aprendiendo para que nuestros compañeros de vida gocen de la mejor calidad de vida posible. Puede haber días duros, pero la recompensa es poder participar en la curación de muchos animales, en saber que les ofreces lo mejor de ti, y que por tanto ayudas a que sus familias se sientan mejor y valoren tu trabajo.
Después de leer todas estas cualidades, ¿te reconoces en alguna de ellas? ¿Crees que son necesarias para el trabajo de auxiliar veterinario? ¡Cuéntanos!