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7 Alimentos que nunca debe tomar tu perro

Seguro que a ti también te han mirado fijamente unos ojitos perrunos mientras disfrutabas de una rica comida. Y es que si algo caracteriza a la mayoría de nuestros perros es su hambre constante y su devoción por la comida “humana”. Para ellos, pocos alimentos no son apetitosos, por eso debemos saber que aunque quieran, no todo lo que nosotros comemos es bueno ni aconsejable para nuestro compañero de vida.

Hay alimentos que no deben tomar debido a la dificultad de su digestión o intolerancia, como es el caso de la leche, pero también hay otros que son tóxicos por sí mismos, y pueden poner en riesgo la vida de nuestro mejor amigo.

Chocolate.

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Una de las intoxicaciones alimentarias más conocidas en nuestros perros es la que se produce tras el consumo de chocolate. Esta intoxicación se produce por la teobromina, un compuesto que contiene el chocolate y cuyo metabolismo es muy lento en perros y gatos, por lo que permanece en el organismo pudiendo ocasionar síntomas dependiendo de la cantidad de chocolate ingerido, pureza del mismo, y tamaño del perro.

Los chocolates más puros tienen mayor contenido de teobromina, mientras que los mezclados con leche o el blanco tienen una cantidad menor de este compuesto. Los daños causados por el chocolate son dosis dependiente, es decir, a mayor cantidad de ingesta, mayor será el daño producido, y además depende del tamaño del perro, los más pequeños necesitan menor cantidad para intoxicarse que los grandes.

La sintomatología varía de vómitos y diarrea en los casos más leves a temblores musculares, convulsiones, irregularidad en el latido cardiaco, hemorragias internas o incluso paro cardiaco en los más graves.

Leche.

Cuando un mamífero pasa su etapa de lactante, la asimilación de la leche se convierte en casi nula al perder la enzima encargada de digerir la lactosa. En humanos es cada vez más frecuente encontrar a personas intolerantes a la lactosa, debido a la pérdida de la enzima lactasa y por ello, nos resulta difícil digerir el azúcar que contiene la leche.

Hay que recordar que la leche de cada especie tiene un contenido de proteína, grasa, azúcar, etc. diferente, por lo que es importante que no ofrezcamos leche a nuestro perro o gato cachorro, de otra especie que no sea la suya propia, ya que puede ser perjudicial para su salud.

Los síntomas más frecuentes en esta intolerancia son diarrea, hinchazón, flatulencias o vómitos.

Uvas y pasas.

Este es otro ejemplo de toxicidad del alimento por sí mismo. En este caso no se sabe muy bien cuál es el mecanismo por el que uvas y pasas provocan intoxicación en nuestros animales, pero sí sabemos que incluso con poca cantidad, podemos observar síntomas. Algunos animales permanecen asintomáticos, otros con signos leves como vómitos y diarreas, y en otros casos pueden desarrollar una insuficiencia renal grave, corriendo grave peligro la vida de nuestro compañero.

Cebolla y ajo.

Normalmente pequeñas cantidades de cebolla y ajo, incluso de cebollino y puerro, no son perjudiciales para nuestros animales, el peligro reside en la ingestión de grandes cantidades, o en la cronicidad de esa ingesta.

Cuando cebollas y ajos son ingeridos en gran cantidad o de forma crónica, pueden producir anemia y aparecen cuerpos de Heinz en los glóbulos rojos. Estos cuerpos son precipitados de hemoglobina que se producen tras su destrucción, y que se pueden observar dentro de los glóbulos rojos si se realiza una tinción y se observa al microscopio.

Los signos clínicos que podemos encontrar son secundarios a la anemia: debilidad, mucosas pálidas, letargia; pero también puede haber vómitos, o incluso aumento de las frecuencias respiratoria y cardiaca.

Azúcar y dulces.

El azúcar, repostería, golosinas, y demás productos azucarados no son buenos para nuestros animales, al igual que tampoco lo son para nosotros.

El consumo de azúcares se relaciona con la aparición de patologías como caries, obesidad, hiperactividad, y diabetes.

Seguro que has escuchado eso de “no le des azúcar al perro, que se va a quedar ciego”. Aunque no es una afirmación cierta al 100%, sí tiene cierto sentido si hablamos de un animal diabético. Cuando un animal tiene diabetes, la cantidad de azúcar en sangre está patológicamente elevada, y si hacemos que esa cantidad de azúcar se siga elevando al darle a nuestro perro una galleta, un trozo de pastel, un caramelo, etc, ese exceso de glucosa puede dañar el cristalino y producir lo que se conoce como catarata diabética, y dañar su visión.

Por eso, evita dar a tu mejor amigo ese trocito de galleta que le ofreces como premio, siempre es mejor elegir alternativas libres de azúcar para él.

Aguacate.

El aguacate contiene una sustancia llamada persina, que es inocua para las personas, pero que puede ser muy tóxica para otras especies animales. Para perros y gatos no es excesivamente tóxica, pero hay que saber que la persina tiene capacidad de dañar el miocardio, incluso provocar su necrosis. En perros y gatos los síntomas más frecuentes son dolor abdominal, vómitos, diarrea o estreñimiento. Además, en perros hay que tener mucho cuidado con la ingestión del hueso, ya que puede provocar una obstrucción grave del aparato digestivo.

La gravedad de la intoxicación por aguacate depende de la cantidad consumida, pero sí hay que tener en cuenta que no solo el fruto es tóxico, sino también la planta en sí. Por si acaso, no te olvides de vigilar ese guacamole tan rico que acabas de preparar.

Patata cruda y/o brotes.

La patata cocinada no es tóxica para los perros, es más, es un buen complemento en su dieta. En cambio, las patatas crudas, los brotes, hojas y tallo son muy tóxicos, y nunca debemos dejarlos al alcance de perros y gatos.

Y dirás, ¿y esto por qué es así? Las patatas crudas y la planta de la patata contienen una sustancia llamada solanina, que es un compuesto amargo y tóxico, no solo para nuestros animales, sino también para nosotros los humanos.

Esta sustancia desaparece al cocinar la patata, así que una vez tenemos nuestras patatas hervidas, no habrá problema en que nuestro perro se coma un trocito si le apetece.

Aunque son más los alimentos o bebidas que no deberían tomar nunca nuestros perros, como el alcohol, productos con xilitol, semillas de algunas frutas como la manzana, etc, la lista anterior es bastante representativa de lo que podemos consumir en nuestra dieta diaria, y que puede afectar de forma negativa en la salud de nuestros compañeros perrunos.

Así que cuando tu perro te vuelva a mirar con esos ojitos de no haber roto un plato en su vida, piensa dos veces si merece la pena darle ese caprichito.

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