La época de calor siempre conlleva un aumento de pulgas, garrapatas, mosquitos,… Y por eso, es el momento de renovar la protección antiparasitaria, incluso reforzarla con la utilización de varios productos a la vez. ¿Qué prefieres utilizar tú?
Una de las enfermedades que sigue generando muchas dudas, y que aún no es bien conocida por todos los tutores perrunos es la leishmaniosis canina. Puesto que el parásito no se ve a simple vista como las pulgas y las garrapatas, en ocasiones se sigue olvidando la protección frente a ella y ¡es muy importante!
Hace tiempo, ya os compartimos en el blog un artículo donde podíais leer todo lo básico sobre esta enfermedad, así que os animamos a echarle un vistazo y afianzar conocimientos. Más allá de las dudas básicas, hay otras cuestiones que seguro que te gustará saber, así que ¡vamos a hablar sobre algunas de ellas! ¿Te interesa? Seguro que sí, así que ¡sigue leyendo!
La leishmaniosis, ¿se transmite de los perros a las personas?
Aunque es una zoonosis, la transmisión no se produce directamente de perros a personas, si no que el transmisor de la enfermedad es el flebotomo, un insecto parecido a un mosquito. Cuando un flebotomo pica a un perro infectado, adquiere el parásito y lo vehicula, pudiendo inocularlo a otro animal o persona. Por ello, es igual de importante proteger mediante antiparasitarios externos a perros infectados y no infectados, de tal manera que se evite la diseminación del parásito.
¿Afecta de manera diferente según las razas?
Cualquier perro es igualmente susceptible de ser picado por el flebotomo, pero sí parece haber alguna diferencia en cuanto a la respuesta del sistema inmune de los perros, siendo algunas razas como el bóxer, pastor alemán, rottweiler o doberman más sensibles. En cambio, hay una raza especialmente resistente a la infección, el podenco ibicenco. Según investigaciones al respecto, parece que esta mejor respuesta del sistema inmune se debe a una exposición más frecuente a flebotomos no infectados, lo cual ha podido producir una respuesta más fuerte de anticuerpos contra la saliva del flebotomo. Aunque el podenco pueda ser más resistente, si tu mejor amigo es de esta raza, ¡igualmente tienes que protegerle!
Tengo un perro sano, ¿puedo aumentar la familia con otro que sí tenga leishmaniosis?
¡Claro que sí! Como comentábamos, esta enfermedad no se transmite de forma directa entre animales, o de animales a personas, así que sin problema puedes adoptar un perro que tenga la enfermedad, sin poner en riesgo al resto de miembros de la familia. Tanto si tenemos animales con leishmaniosis, como si no, siempre debemos tener muy en cuenta todas las medidas preventivas que tenemos a nuestro alcance, para evitar que el ciclo vital del flebotomo se perpetúe. Si ponemos difícil que estos insectos inoculen o adquieran el parásito, menos perros padecerán la enfermedad.
Para proteger, ¿es suficiente con la vacunación?
No, la vacunación nunca debería ser el único método de prevención frente a la leishmaniosis canina. Por un lado, es necesaria la barrera de protección externa, que se obtiene mediante los collares y pipetas antiparasitarias con efecto anti alimentación para el flebotomo, ¡esto es lo básico y fundamental! Y es que… ¡Hay que evitar las picaduras todo lo posible!
La vacuna, podemos considerarla una segunda barrera de protección, que ayuda a nuestro perro a combatir la infección, cuando la primera barrera ha fallado, y el flebotomo le ha picado, ya que esta vacuna lo que hace es trabajar sobre la respuesta inmunitaria. Así, si se produce la infección, gracias a la vacunación el sistema inmune de nuestro compañero estará preparado para combatir mejor al parásito, evitando que se desarrolle la enfermedad, o que en caso de que se desarrolle, lo haga con una presentación mucho más leve.
Ningún método de protección confiere un 100% de protección y eficacia, por eso es muy recomendable combinar varios métodos, especialmente durante los meses del año en que la presencia del insecto es mayor.
Cuéntanos, ¿tienes más dudas sobre esta enfermedad? ¿Tu compañero de vida está protegido frente a ella? ¡Refuerza las medidas de prevención contra la leishmaniosis canina durante el verano!