La nariz perruna es una de las partes de la anatomía que más nos gusta, ¡tan variadas y bonitas! ¡Y tan importantes para la vida diaria del perro! No solo es el orificio por donde entra el aire necesario para respirar, si no que la nariz o trufa canina va más allá en sus funciones, ¿qué sería del perro sin su olfato?

¿Quieres descubrir más sobre ella? ¡Atento a estas curiosidades!

No hay dos trufas iguales.

Si existiera el DNI canino, seguro que se utilizaría la impresión de la nariz para diferenciar a nuestros perros. A las personas se nos identifica por nuestras huellas dactilares, son únicas y exclusivas de cada individuo, pues ¡lo mismo pasa con la nariz de los canes!

De hecho, el Canadian Kennel Club de Canadá lleva desde 1938 aceptando las impresiones de las narices de los perros como pruebas de identidad, y en Estados Unidos ya hay empresas que se dedican a realizar impresiones de la nariz, siendo en este país una forma común, eficaz y cotidiana de identificar a los perros perdidos.

Curioso, ¿verdad? Si nunca te has fijado, échale un vistazo a la nariz de tu mejor amigo, seguro que te sorprenderá su mágico dibujo de líneas y surcos.

No todas son del mismo color.

Negra, marrón oscuro, chocolate, rojiza, rosada… el color de la trufa depende de la pigmentación de la piel, y dependiendo de ello será más o menos necesaria su protección.

Hay perros que la tienen totalmente despigmentada, y en ellos es importante protegerla del sol, ya que puede quemarse con facilidad. En este caso, se recomienda colocar alguna crema protectora, e intentar que no pase demasiado tiempo expuesto al sol. En las trufas despigmentadas se torna importante vigilar la posible aparición de manchas o heridas, y si vemos cualquier variación, debemos acudir rápidamente al veterinario.

Gran detector de olores.

Los perros tienen un olfato que supera de 10.000 a 100.000 veces al de los humanos. Por ello, no es de extrañar que este gran don se utilice para encontrar a personas desaparecidas, objetos, detección de droga, etc.

Además, el sentido del olfato juega un papel indispensable en el día a día perruno, ya que es su principal entrada de información. Quizás te suenen las feromonas, estas sustancias también son detectadas por las trufas perrunas gracias a un órgano alojado en el interior del hueso del cráneo, llamado órgano vomeronasal o de Jacobson.

Los perros se relacionan y reconocen mediante el olfato, ¡no hay árbol ni esquina que se les escape!

El olfateo es básico para la salud mental del perro.

El olfateo diario es uno de los juegos más estimulantes y divertidos que podemos compartir con nuestro perro. La estimulación física y mental del perro es básica para que sea feliz, un perro que olfatea es un perro equilibrado y, además de permitirle descubrir el mundo con su nariz cuando salimos a pasear, podemos fomentarlo en casa gracias a juguetes interactivos y alfombras olfativas. Si buscas en Google, seguro que encuentras un montón de ideas para fabricar estos juguetes de forma casera.

¿Por qué la trufa está húmeda y fría?

Los perros se lamen con bastante frecuencia la trufa para limpiarla y mantenerla húmeda. De esta manera, la humedad ayuda en la captación de olores, se impregnan de ellos y se facilita su llegada al cerebro.

Además, la humedad de la trufa interviene en el proceso de termorregulación del cuerpo junto al jadeo, ¡que ya sabemos que los perros no sudan como nosotros!

Hay personas que se asustan porque a veces la nariz de sus perros no está tan húmeda como de costumbre, una nariz seca no tiene por qué indicar enfermedad, pero si vemos que le aparecen costras, algún tipo de secreción, descamación, o sospechamos de que algo no va bien, como siempre, debemos acudir al veterinario.

Las orejas largas y caídas ayudan a oler mejor.

Piensa en un perro rastreador… Seguro que te viene a la cabeza el Beagle o el Basset Hound, ¿a que sí? Estos perros son aún mejores rastreadores que las demás razas, gracias a sus orejas, y dirás… ¿y qué tienen que ver las orejas para oler? Las orejas largas, al estar en contacto con el suelo, van arrastrando los olores y los acercan a la nariz del perro, haciendo así más fácil su captación.

La longitud del hocico afecta a la olfacción.

Se sabe que la conformación del hocico del perro influye muy directamente sobre el sentido del olfato. En los perros braquicéfalos como el Carlino o el Bull Dog, su propia anatomía crea un obstáculo para el paso del aire a través de la nariz, en cambio en los perros de hocicos más largos, como el Border Collie o el Pastor Alemán, su olfato es óptimo.

¿Qué te han parecido estas curiosidades sobre la trufa y el sentido del olfato de nuestros amigos perrunos? ¿Conocías todas ellas?

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