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Te ayudamos a elegir la mejor correa para el paseo con tu perro

La correa de paseo es un básico dentro de los accesorios que debemos adquirir cuando compartimos vida con un perro, pero… ¿Son todas iguales?

Te adelantamos que hay muchas diferencias, y no es un tema de colores o diseños, si no de funcionalidad, seguridad y control durante el paseo, así como de permitir o no que nuestros mejores amigos disfruten en su totalidad de sus ratitos de ocio en el exterior.

Las herramientas de paseo, como la correa, el arnés o el collar, determinan en parte la calidad del paseo, y pueden ayudar a disfrutar de un buen paseo, o por el contrario ser parte de los factores que intervienen en que las salidas sean un cúmulo de tirones de correa, estrés, posibles enfrentamientos con otros perros, accidentes, etc.

¿Te apetece descubrir algunos de los tipos de correas que existen, y sus beneficios, inconvenientes, y/o peligros? ¡No te lo pierdas!

Correas cortas, con o sin muelle

Estas correas suelen tener una longitud de 50 cm o menos, lo que es un recorrido muy corto, que no permite que los perros puedan disfrutar del paseo. La tensión en la correa es constante, y el perro no puede olfatear, relacionarse con otros perros, ni ir descubriendo el entorno, por lo que no son aconsejables.

Correas de nylon, entre uno y tres metros

En este caso, nos referimos a las correas más sencillas, que tienen una longitud entre uno y tres metros, dependiendo del modelo, y pueden ser redondas, planas, de colores diferentes, con estampados, etc, y que disponen de un asa en un extremo, y de un mosquetón en el otro. Para el paseo diario por ciudad, es un largo que permite que el perro tenga libertad para ir descubriendo el entorno, pero con seguridad. El largo ideal es de dos a tres metros, ya que dependiendo del tamaño del perro, un metro se sigue quedando algo corto. No obstante, estas correas permiten poder acortar el recorrido en caso de que durante el paseo no pueda ir nuestro perro con la longitud máxima, simplemente recogiendo el sobrante de la correa, lo que hace que podamos adaptarnos a las circunstancias del entorno.

Correas multiposición

Este tipo de correa es cómoda, y es una de las mejores herramientas de paseo que podemos utilizar. En este caso, la correa tiene dos mosquetones, uno en cada extremo, y distintas anillas a lo largo del recorrido de la correa, que sirven para poder regular el largo total, dependiendo del momento y así adaptar el paseo. Por ejemplo, si estamos en ciudad, en un ambiente muy concurrido, podemos ajustar el largo de la correa al mínimo, mientras que si estamos en un parque tranquilo, por ejemplo, podemos utilizar la anilla que permita el mayor largo y dejar que nuestro amigo investigue un poquito más el entorno, pero ¡siempre con la seguridad de ir atado!

Correas de cinco o más metros

Estas correas se conocen como “de adiestramiento”, y tienen largos de cinco, diez, quince metros, incluso más. Permiten una mayor libertad de movimiento, así que son muy útiles en paseos en plena naturaleza, en los cuales podemos disfrutar de ratitos de soledad junto a nuestro perro, de tal manera que pueda correr, olfatear todo lo que quiera, meterse en algún riachuelo, etc, siendo todo esto fundamental y necesario para el bienestar y equilibrio mental de nuestros mejores amigos, así como para fomentar el ejercicio. Estas correas permiten disfrutar de un paseo sin tirones, manteniendo la correa relajada, no obstante en el caso de que sea necesario acortar el recorrido, se puede recoger el sobrante.

Correas extensibles

Este tipo de correas son populares, sobre todo, entre los tutores de perros de tamaño pequeño. Estas correas cuentan con un cordón de nylon de entre tres y ocho metros, según el modelo, que se puede estirar o retraer según el perro se aleje de nosotros o se acerque. El cordón se recoge dentro de una estructura de plástico, que tiene una empuñadura para llevarlo en la mano, y tiene un mecanismo que permite recoger la cuerda, o sujetarla en algún largo concreto.

Cada vez se desaconseja más su uso, ya que pueden resultar peligrosas, en cuanto a que no se tiene un buen control del perro, fomenta que cada vez tire más, al sentir que si él avanza, la cuerda se estira, y además puede fomentar algún accidente como enrollamiento con otros perros o personas, atropellos por falta de control cruzando alguna carretera, el quedarse fuera o dentro del ascensor sin darnos cuenta, o incluso puede producir quemaduras o cortes en nuestras manos, por fricción, en un intento de sujetar el cordón. Además, si por algún motivo se nos escurre la parte plástica, y cae al suelo, el ruido de arrastre puede provocar la huida en los perros más miedosos, al sentirse perseguidos.

No todos nuestros perros son iguales, y es importante adaptarnos a cada caso, pero sí os animamos a utilizar los accesorios de paseo que les permitan poder disfrutar de esos momentos en el exterior junto a vosotros, de manera segura, evitando tirones y tensiones de correa, y fomentando su bienestar físico y mental.

Cuéntanos, ¿qué utilizas tú para el paseo? ¿Conocías todos estos tipos de correas?