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Llega la primavera, ¿qué debemos tener en cuenta con nuestros animales de cara a la nueva estación?

Días más largos, mejor tiempo, más opciones para hacer planes al aire libre con nuestro perro,… No hay duda de que esta estación nos empieza a sacar a humanos y animales del letargo invernal y nos apetece hacer más cosas fuera de casa. En todas las estaciones debemos tener algunos aspectos típicos de la época en mente, para así prevenir situaciones desagradables con nuestros animales, exposición a determinadas enfermedades, etc.

En este artículo queremos haceros un resumen de algunos de los peligros típicos de la primavera, ¡atentos!

Un clásico: los parásitos

Seguro que conoces muchos parásitos que pueden afectar a perros y gatos: tenias, nematodos, protozoos, pulgas, garrapatas, parásitos transmitidos por vectores como Leishmania o Dirofilaria, etc. Aunque durante todo el año podemos encontrarnos con alguno de ellos, es cuando las temperaturas se hacen más suaves cuando los ciclos parasitarios resurgen. En primavera y verano debemos prestar especial atención a la protección antiparasitaria externa, y más aún si con frecuencia salimos al campo, montaña, playa,… No todos vivimos en un mismo entorno, ni nuestros hábitos son similares, por eso cuando llega esta época es importante que preguntemos a nuestro veterinario cuál es el mejor protocolo de prevención antiparasitaria para nuestro animal. No es lo mismo un perro de ciudad, que no visita zonas potencialmente infestadas de parásitos, que otro que vive en zona rural, con un río cerca, tiene contacto con fauna silvestre, etc. ¿En qué caso crees que debemos reforzar la protección? ¡Has pensado bien! El perro de la zona rural tiene muchas más posibilidades de entrar en contacto con estos “bichitos” tan molestos.

En cuanto a los parásitos intestinales, igualmente debemos adaptar el uso de antiparasitarios a cada animal. La manera más efectiva para saber si nuestro perro o gato necesita ser desparasitado, es mediante un coprológico de heces. Este estudio de la existencia de huevos de parásitos en heces, podemos realizarlo un par de veces al año, de tal manera que nos aseguremos de la ausencia o presencia de algún tipo parasitario en concreto, y adaptemos la pauta de desparasitación interna a lo que nuestro perro o gato necesite, eliminando así de forma más eficaz posibles parásitos intestinales. Otro tipo de parásitos internos, como la Dirofilaria o Thelazia, deben tenerse en cuenta en la prevención frente a enfermedades parasitarias, especialmente en zonas de mayor prevalencia.

Las alergias primaverales

Ni humanos ni animales nos libramos de la alergia primaveral. ¿es tu caso? La primavera es una de las estaciones en las que más alergias aparecen, ya que a nivel ambiental hay más carga de alérgenos, especialmente relacionados con árboles y plantas. ¿Cómo puedes saber si tu perro o gato tiene reacción a algo ambiental? Lo más evidente que vemos es una sensación de prurito o picor intenso por todo el cuerpo, normalmente acompañado de enrojecimiento de la piel. También es habitual observar zonas con alopecia consecuencia del rascado continuo, engrosamiento de la piel, conjuntivitis y otitis constantes que parece que resultan imposibles de curar, incluso sintomatología respiratoria. Como siempre, acude a la clínica veterinaria en cuanto observes algún síntoma nuevo en tu compañero.

La oruga procesionaria

Aunque empezamos a verlas en invierno, su actividad se prolonga durante parte de la primavera, así que debemos tener especial cuidado durante nuestros paseos para evitarlas. La oruga del pino o procesionaria es un insecto que resulta peligroso para nuestros animales, debido a los pelos urticantes que recubren su cuerpo. Si nuestro perro es curioso y decide ponerse a jugar con una oruga procesionaria, y utiliza su boca para lamerla o cogerla, observaremos entre los signos más habituales hipersalivación, inflamación y úlceras en la lengua, cambio de color de la lengua a rojizo, morado o negro, nerviosismo, intentos de rascarse la boca, problemas al respirar, irritación e inflamación de la piel, incluso reacción alérgica grave. Algunos perros tienen tal afectación de la lengua, que irremediablemente pierden parte de ella.

Si quieres conocer más a fondo a esta oruga, te recomendamos que te pases por esta antigua entrada del blog.

Época de celo gatuno

El dicho “la primavera, la sangre altera” tiene especial relación con el comportamiento reproductivo de los gatos. Las gatas son poliéstricas estacionales de días largos, esto quiere decir que tienen varios celos a lo largo de su época reproductiva (primavera y verano fundamentalmente, aunque se puede prolongar también al otoño si las temperaturas siguen siendo suaves), y luego hay una época, el invierno, en la que descansan a nivel reproductivo. Además, la ovulación en las gatas no se produce de manera espontánea, sino que tiene que ser inducida por la cópula. Si piensas en el celo de las perras, te darás cuenta de que es bastante diferente ya que estas solo tienen un par de celos al año, que no se ven influidos por la estación ni temperatura.

¿Y por qué esto es importante y debemos tenerlo en cuenta si tenemos compañeros gatunos? Si nuestro gato o gata no está castrado, llegada esta época comenzarás a ver comportamientos sexuales, que en muchas ocasiones pueden ser incómodos, como el marcaje urinario, maullidos constantes, estado de mayor nerviosismo,… Y ya no solo eso, si no que muchos gatos que tienen acceso al exterior escucharán a su instinto y se alejarán en busca de pareja, suponiendo esto en muchas ocasiones que nuestro gato se pierda, tenga algún accidente en la calle, o que pueda ser atacado por otro gato, poniéndole en riesgo de infectarse de enfermedades víricas como la inmunodeficiencia felina. Además, llegará una nueva camada de gatitos al mundo, y siendo tan preocupante el nivel de abandono y animales que tristemente se encuentran en perreras y protectoras de animales actualmente, debemos ser responsables y evitar contribuir a esa superpoblación gatuna. El que nuestro gato o gata esté castrado, es una decisión personal que valoraremos junto a nuestro veterinario, pero no hay duda de sus beneficios a nivel de bienestar global para nuestro compañero de vida.

¿Se te ocurre algo más que debamos tener en cuenta en esta nueva estación? ¿Es tu estación favorita? ¡Cuéntanos!

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