Gracias a que ahora están mucho más presentes en nuestras vidas que hace unos años, y que se presta más atención a su cuidado y bienestar, es más frecuente que visiten la clínica veterinaria, tanto para medicina preventiva, como para tratar posibles problemas de salud.
Como en todas las especies animales, son muchas las patologías y enfermedades que pueden afectar a los gatos, pero hoy vamos a hablar de algunas de las más frecuentes.
¿Te animas a aprender hoy un poquito más sobre nuestros compañeros gatunos?
Otitis.
Sobre todo en los meses de calor, los gatos pueden desarrollar otitis. El gato está molesto, cabecea, se rasca el pabellón auricular, incluso podemos ver heridas y zonas de alopecia fruto del insistente rascado.
La causa primaria de la otitis en gatos suele ser un parásito llamado Otodectes cynotis, más conocido como el ácaro de los oídos. Este parásito es diminuto, tiene ocho patas y se alimenta de la cera del canal auditivo. Fruto de su alimentación y desechos, es típico de esta infestación encontrar en el conducto auditivo una “cera” muy oscura, similar a los posos del café, que en los casos más graves puede obstruir por completo el conducto.
Si no se trata, los ácaros pueden extenderse a otras zonas de la piel, produciendo mucho picor y molestias para el animal, además son muy contagiosos para el resto de gatos, así que al mínimo síntoma, ¡acude rápidamente a tu veterinario!
Otras causas de otitis pueden ser reacciones de hipersensibilidad, masas, enfermedades autoinmunes, otros parásitos, o cuerpos extraños, y sea cual sea la causa, se puede ver agravado el cuadro por la existencia de factores perpetuantes como infecciones bacterianas o fúngicas.
Gripe felina o Complejo respiratorio felino.
Si ayudas a controlar colonias felinas o eres voluntario de alguna protectora, seguro que conoces esta enfermedad, ya que es muy habitual que lleguen a los refugios gatitos con sintomatología respiratoria. Durante la época de camadas, los recién nacidos se ven ampliamente afectados por los agentes causantes de este complejo respiratorio, su sistema inmune aun es muy débil y es incapaz de hacer frente a ellos.
Los causantes habituales son los virus Herpesvirus y Calicivirus, pero también pueden aparecer bacterias como Chlamydophila felis, Bordetella bronchiseptica, o Mycoplasma, que se aprovechan de la acción debilitante de los virus para provocar infecciones bacterianas secundarias que complican el cuadro.
La sintomatología varía según los agentes implicados, pero en general podemos observar estornudos, aumento de la secreción nasal y ocular, conjuntivitis, decaimiento, fiebre, ulceraciones en la lengua, paladar o nariz, úlceras corneales, incluso neumonía en los casos más graves.
El tratamiento es sintomático, y dependiendo de la gravedad, son gatos que se recuperan totalmente o mantienen alguna secuela, como pérdida de algún ojo, secreción nasal permanente, o inflamación de las encías.
Para prevenir la gripe felina, recuerda vacunar a tu amigo gatuno de la trivalente felina, si tienes dudas, una vez más, ¡ponte en contacto con tu veterinario!
Enfermedad del tracto urinario inferior (FLUTD)
Los gatos tienen bastante tendencia a los problemas urinarios. Si observas que tu gato tiene dificultad y dolor al orinar, aparece sangre en la orina, orina en pequeñas cantidades, aumenta la frecuencia de paseos al arenero, se lame en exceso la zona perineal, u orina fuera de la bandeja, da por seguro que algo pasa en sus vías urinarias.
Dentro de la enfermedad del tracto urinario inferior intervienen varios problemas que afectan a la vejiga urinaria y/o a la uretra, pero no siempre es fácil llegar al diagnóstico. Algunas de las causas son infección urinaria, cálculos urinarios, obstrucción uretral o defectos anatómicos, pero en la mayoría de los casos hablamos de cistitis idiopática al no encontrar la causa concreta.
Lo que es muy importante cuando aparecen problemas urinarios en los gatos, es saber que suelen venir acompañados de episodios de estrés para el animal. El estrés puede desencadenar y perpetuar la enfermedad del tracto urinario inferior, así que además del manejo médico, es fundamental intentar solucionar la parte emocional de la enfermedad (mudanza, introducción de un nuevo gato en el hogar, etc)
Insuficiencia renal.
Seguro que conoces a algún gato mayor que tiene insuficiencia renal. La insuficiencia renal crónica (IRC) es una de las enfermedades que aparecen con más frecuencia en gatos de edad media o avanzada. En esta enfermedad suele haber un empeoramiento progresivo de los síntomas, siendo alguno de ellos la pérdida de peso, vómitos, mal aliento, deshidratación, pérdida de apetito, letargia, mal pelaje,…
La causa no siempre es conocida, pero para que la insuficiencia se produzca, ha de existir un daño prolongado y permanente de gran parte del tejido renal, lo que impide que el riñón cumpla adecuadamente su función de filtrado de la sangre y la eliminación de sustancias de desecho y tóxicas.
La fluidoterapia siempre suele ser necesaria en primer lugar para ayudar a la función renal, se pauta el tratamiento farmacológico, y es acompañado de control de la dieta y aumento de la ingesta de agua. Afortunadamente, con un diagnóstico temprano y un buen manejo de la enfermedad, se puede mejorar mucho la sintomatología y calidad de vida del animal.
Estas 4 enfermedades no son las únicas que afectan a los gatos, ¿te gustaría que próximamente dedicáramos nuevas entradas del blog a estudiar alguna otra patología felina? ¡Cuéntanoslo!
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