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¿Gusanos en el ojo de nuestro perro? Descubre la Thelaziosis canina.

Por eso, en nuestro artículo de hoy queremos hablar de una patología ocular que no es muy conocida, pero que cada vez la encontramos con más frecuencia en España. Si quieres saber de qué se trata, ¡sigue leyendo!

¿Qué es la Thelaziosis?

Es una zoonosis emergente en España, es decir, es una enfermedad que se da en los animales y que es transmisible al ser humano en condiciones naturales, que cada vez vemos con más frecuencia en el territorio español. No solo personas y perros pueden infectarse, también gatos y animales silvestres, como el zorro.

Originalmente se conoce como gusano oriental del ojo o gusano asiático, ya que era endémico de China, Japón, Thailandia e India, pero hoy en día ya se encuentra distribuido por Europa, habiéndose producido casos en Italia, Francia, Suiza, España y Portugal

La causa de esta patología es un parásito nematodo de nombre Thelazia callipaeda. Este “gusano” es muy pequeño, mide entre 7 y 17 milímetros de longitud, y es transmitido por la llamada “mosca de la fruta” o Phortica variegata, que actúa de huésped intermediario al alimentarse de las secreciones oculares del animal. Normalmente esta infección abarca el periodo comprendido entre los meses de Junio a Noviembre, que es cuando la mosca muestra mayor actividad.

Conocer el ciclo de vida del parásito es fundamental para entender cómo una persona o animal puede padecer esta patología: Las hembras adultas del parásito liberan larvas en estadio 1 (L1) en las secreciones lagrimales y cuando el hospedador intermediario, la mosca Phortica variegata, se alimenta de dichas secreciones, ingiere las larvas 1. En el interior de la mosca, las larvas 1 se desarrollan hasta alcanzar el tercer estadio larvario (L3), que es la forma infectante. Cuando la mosca vuelve a alimentarse de las secreciones lagrimales de otro animal, inocula las larvas 3 en el ojo, donde estas larvas alcanzarán el estado adulto y dará comienzo a un nuevo ciclo.

Síntomas de la presencia del parásito.

Es habitual que esta patología pase inadvertida, ya que el parásito se esconde bajo la membrana del párpado y los conductos nasolagrimales de nuestro perro. Cuando el parásito produce sintomatología clínica es cuando el animal acude al veterinario, y es durante la exploración oftalmológica cuando nos damos cuenta de la presencia de la Thelazia.

El movimiento del parásito por la superficie del ojo es el causante del cuadro clínico: conjuntivitis (que puede llegar a mucopurulenta en infecciones masivas), lagrimeo excesivo, párpados hinchados, prurito, blefaroespasmo (contracción involuntaria de los párpados), o incluso en casos más avanzados daño corneal o úlceras.

Si la patología no se trata, pueden producirse infecciones secundarias más graves con una invasión masiva de parásitos, que podrían provocar incluso ceguera.

Diagnóstico y tratamiento.

Para diagnosticarlo nos vale la simple observación de los parásitos moviéndose libremente por la superficie del globo ocular. Esto no siempre es posible, ya que tienden a esconderse bajo el tercer párpado y saco conjuntival, por lo que se puede necesitar el uso de gotas oftálmicas anestésicas para favorecer la correcta exploración.

El tratamiento se basa en la extracción manual de los parásitos, con pinzas e hisopos estériles. Además, el animal tendrá que tomar antihelmínticos, y según sean las secuelas que queden en el ojo, habrá que adaptar el tratamiento a esas lesiones: limpiezas con antiséptico, aplicación de antibióticos tópicos para tratar infecciones secundarias, etc.

Prevención.

Ya sabemos la enorme importancia que tiene la protección antiparasitaria en la salud de nuestros animales. Esta protección se debe mantener durante todo el año, pero en los meses más calurosos, aún debemos hacer más hincapié. Gracias a las pipetas y collares, se repele a moscas y mosquitos, y de esta manera reducimos las posibilidades de que transmitan a nuestros animales enfermedades como la thelaziosis. Y si hablamos de parásitos internos, la prevención con productos como la Milbemicina es fundamental realizarla cada 3 meses.

Además, podemos colocar mosquiteras en nuestras ventanas para que no entren insectos, y debemos retirar los residuos orgánicos de forma periódica para no favorecer la aparición de moscas.

¿Conocías esta enfermedad? A partir de ahora, ¡seguro que no pasa desapercibida para ti!

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