El invierno se hace muy largo, y es llegar los días soleados y nos volvemos locos por salir a disfrutar del buen tiempo junto a nuestros perros. Aunque es una época que nos encanta y nos proporciona vitalidad y ganas de hacer muchos planes, debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones y consejos para que no surja ningún tipo de contratiempo ni pongamos en riesgo la salud de nuestro perro.
¿Sabes qué deberíamos considerar siempre que vayamos a salir de paseo con nuestro compañero de vida durante la época de calor? ¡Te lo contamos!
Evitar salir en las horas de más calor y disminuir el tiempo de paseo.
Cuando suben las temperaturas, salir de casa en las horas más calurosas del día puede ser todo un reto. Si queremos seguir disfrutando de los ratos de ocio junto a nuestro mejor amigo, debemos evitar las horas de calor y cambiar nuestra rutina para pasear en la franja del día más fresquita. Podemos hacer paseos cortos durante el día, y aprovechar la noche y las primeras horas de la mañana para los paseos más largos. A nosotros cuando más nos gusta pasear en los meses calurosos es por la noche, ¡que vivan las noches veraniegas!
No olvidemos el bebedero portátil y agua fresca.
Mantener a nuestro mejor amigo bien hidratado es fundamental en los paseos de los días más calurosos. Existen multitud de bebederos portátiles muy prácticos que podemos llevar siempre con nosotros, algunos tienen una botellita para que simplemente con abrirlo caiga el agua al recipiente que hace de bebedero, otros son de silicona o tela plegable, y con estos no podremos olvidar coger aparte una botella con la que rellenarlo. Habrá sitios en los que encontremos fuentes, pero por si acaso, ¡mejor ser precavidos y llevar siempre agua en la mochila!
Utilizar protector solar.
Al igual que nosotros nos protegemos de la radiación del sol, algunos de nuestros perros también lo necesitan. Los perros tienen pelo que les protege del sol, pero no todas las razas tienen una capa suficientemente densa como para evitar que las radiaciones solares dañen su piel. Además, debemos tener especial cuidado si nuestro perro es de pelo corto y/o blanco, tiene la piel fina o problemas dermatológicos.
Algunas de las razas más afectadas por el sol son el Dálmata, Bull Terrier, Galgo, Bulldog, Pitbull y Boxer, así que si nuestro compañero perruno es de alguna de estas razas, seguro que ya nos hemos dado cuenta de su especial sensibilidad al sol, y debemos protegerle con más hincapié aún.
En el mercado existen protectores solares para perros, que tienen una composición diferente a los protectores que usamos las personas, ya que hay varios componentes que pueden resultar tóxicos para los perros, como el óxido de zinc o el ácido paraaminobenzoico. En nuestra rutina diaria durante los meses más calurosos, no puede faltar aplicar el protector que elijamos en las zonas más sensibles del cuerpo de nuestro perro : la trufa, punta de las orejas, alrededor de los belfos, vientre y área inguinal son típicas zonas en las que se producen quemaduras solares.
Si protegemos a nuestros perros frente al sol, no solo evitaremos que sufran quemaduras, sino que estaremos disminuyendo la posibilidad de aparición de cáncer asociado a la exposición solar, como carcinoma de células escamosas o melanoma.
Protege los “zapatos” de tu perro.
Al salir a la calle no nos damos cuenta, pero cuando hace calor el suelo que pisamos está a elevada temperatura, especialmente el asfalto. Nuestros perros no llevan zapatos que les protejan, sino que sus almohadillas contactan directamente con superficies a temperaturas muy elevadas, lo que puede provocarles quemaduras y heridas bastante importantes.
Al igual que hablábamos de los protectores solares, también tenemos disponibles en el mercado productos indicados para proteger las almohadillas ante el calor o el frío. Bastará con aplicar un poco de producto, normalmente en forma de pomada, en las patitas de nuestro mejor amigo para evitarle pasar por un paseo bastante doloroso.
Aumentar la protección frente a los parásitos.
El calor nunca viene solo, trae de la mano a los temidos parásitos: garrapatas, pulgas, mosquitos y demás insectos se convierten en nuestros compañeros de paseos, y pueden ser muy perjudiciales para nuestros perros.
En Primavera y Verano debemos reforzar la protección antiparasitaria mediante productos específicos, ya sea en formato de collar, de pipeta o de spray, incluso se pueden combinar para una mayor protección. No todos los productos tienen el mismo espectro de actuación, por lo que tanto si los combinamos como si utilizamos un único producto, debemos fijarnos en que actúe al menos frente a pulgas, garrapatas y el flebotomo transmisor de la Leishmaniosis canina.
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Nunca dejes solo a tu perro en el coche.
Todos los años se escucha algún caso de un perro (o cualquier animal) que ha tenido que ser rescatado del interior de algún vehículo porque estaba sufriendo un golpe de calor. En verano, un coche cerrado adquiere una temperatura tremendamente elevada, incompatible con la vida de un perro, gato, conejo, pájaro, etc, incluso de la de un humano.
Nunca debemos dejar a nuestros animales solos encerrados en un coche, pero menos aún si la temperatura exterior es elevada, podemos poner en grave riesgo su vida.
Cuidado con cortar de más el pelo.
Llega el calor y queremos que nuestros perros estén guapos y fresquitos, así que… ¡a la peluquería! Pero no siempre está recomendando cortar el pelo a nuestro perro, ya que se puede exponer demasiado su piel.
Además, el pelo es aislante, tanto del frío como del calor, así que según el tipo de pelo de nuestro perro, estará indicado un corte en verano o no.
Para asegurarte de que tu perro reciba el tratamiento que necesita, recuerda dejarle en manos de un profesional cualificado.
El peligro de las espigas.
La naturaleza rebosa vida, color, da gusto ver todo lleno de flores, hierbas altas, pero… también podemos encontrarnos las peligrosas espigas. No hace falta estar en zona de campo para encontrarlas, en parcelas que no están urbanizadas, parques, cunetas, etc. también aparecen, y aunque vivamos en ciudad, no podemos olvidarnos de ellas.
Como sabrás, terminan en una punta aguda que es la que se clava en las superficies, incluido el pelo y piel de nuestro perro. Las zonas del cuerpo que suelen ser más afectadas por las molestas espigas son los orificios naturales (nariz, oído, boca), los ojos, las almohadillas interdigitales, el vientre, ingles, axilas, vulva en las hembras y prepucio en los machos.
Normalmente se clavan, pero en cuanto nos damos cuenta las retiramos y no ocasiona mayor gravedad, pero siempre hay casos en que pueden atravesar la piel y producir dolor e infección.
Hay que tener especial cuidado con las orejas, si una espiga entra por el pabellón auditivo y llega al tímpano, puede producir su perforación, así que si tras el paseo vemos que nuestro perro sacude la cabeza, ¡corriendo al veterinario!
Como ves, son varios los detalles que marcarán la diferencia durante la época más divertida del año, y está en tu mano preservar la salud de tu perro para que pueda disfrutar de ella.
Toma las medidas preventivas necesarias, y además a la vuelta del paseo, revisa siempre de arriba abajo a tu mejor amigo, así verás si tiene alguna espiga, parásito, herida, etc, y podrás ayudarle lo antes posible.
Y ahora, ¡a disfrutar del buen tiempo juntos!