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¿Cómo hacer que Halloween sea una fiesta segura para tu mejor amigo?

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Quizás tú seas uno de los amantes de esta fiesta y prepares tu casa para la ocasión: telarañas, calabazas, tumbas,… y por supuesto, ¡no pueden faltar los invitados!

Si además compartes hogar con animales, es fundamental tomar una serie de medidas preventivas para que nuestros amigos de cuatro patas no sean los que pasen miedo ni corran peligro esa noche.

¡Atención a estos consejos!

Cuidado con la decoración, ¡puede ser peligrosa!

En presencia de animales o niños, ya sabemos que las velas encendidas pueden resultar peligrosas. No hay fiesta “tenebrosa” que se precie sin velas, ya se encuentren solas o dentro de la típica calabaza hueca, son perfectas para alumbrar y dar un toque oscuro a la vez. Nuestros animales no entienden que las velas queman, y pueden acercarse demasiado a ellas con el hocico, rozarlas con el rabo, etc. Además, pueden caer al suelo, derramando la cera caliente y pudiendo provocar un incendio en pocos segundos. Para estar más tranquilos, lo mejor es utilizar velas de imitación… producen el mismo efecto pero sin riesgo de accidentes.

Objetos pequeños como arañas de plástico pueden ser ingeridos, especialmente los gatos pueden quedar enganchados en las telas de araña, o si colocamos luces u objetos que requieran cableado y este queda al alcance de nuestros animales, existe riesgo de que lo muerdan y se electrocuten. Siempre antes de colocar algo nuevo en casa, debemos conocer bien a nuestros compañeros de vida, y adelantarnos a sus “ocurrencias”.

¿Truco o trato?

Esta es la actividad favorita de los niños de la casa en Halloween, y cada vez está más extendida en España, sobre todo en las urbanizaciones de casas bajas. Los niños van llamando puerta por puerta pidiendo golosinas y dulces, y si no reciben su recompensa, alguna fechoría está asegurada. Chocolate y azúcar son enemigos de nuestros animales, y especialmente en casas con niños, es habitual encontrarlos durante esta fiesta. El chocolate contiene una sustancia llamada teobromina que es tóxica para perros y gatos al metabolizarse muy lentamente en su organismo, y si se ingiere en grandes dosis puede resultar fatal. El azúcar afecta sobre todo a animales que ya tienen una enfermedad relacionada con la glucosa, como la diabetes. En estos animales la ingestión de dulces dispara aún más los niveles de glucosa en sangre y puede tener graves consecuencias. Y no solo debemos estar atentos de que no ingieren el contenido, los envoltorios de todos estos dulces también pueden ser peligrosos, especialmente en gatos que tienen obsesión por morder plásticos, o perros “aspiradora”.

El timbre de la puerta.

Llegan a casa los invitados, los niños quieren su “trato”,… todo esto se traduce en varias llamadas al timbre de casa en poco tiempo. Hay animales que se alteran mucho cuando suena el telefonillo, se estresan, ladran, los gatos más miedosos corren a esconderse,… Si este es el caso de nuestros animales, debemos procurar que estén lo más alejados posible de la puerta, y si no es suficiente, desactivar el timbre durante esa noche permitirá a nuestro compañero estar más tranquilo y descansar.

Los monstruosos invitados.

Al igual que los sonidos pueden afectar a nuestros mejores amigos, las personas desconocidas, y más aún si van disfrazadas, son un foco de nerviosismo y malestar para los animales más sensibles.

Si tu perro o gato lo pasa especialmente mal cuando llega alguien a casa, puedes prepararle una habitación “segura” en la que tenga todo lo necesario para estar cómodo y relajado mientras dura la fiesta, o al menos mientras llegan los invitados. Quizás al cabo del tiempo todo esté más tranquilo como para salir de la habitación y compartir la noche con vosotros, pero siempre pensando en lo mejor para el animal en cada momento.

Disfraces para mascotas.

Son miles los disfraces que hoy en día podemos encontrar para nuestros animales: de calabaza, de bruja, de momia, de fantasma,… No se puede negar que están adorables disfrazados, pero no todos toleran llevarlos puestos igual. Si tuviéramos que elegir, nosotros nos decantamos por no utilizar ningún disfraz, pero en caso de que queramos recordar ese día de una manera más simpática y hacer algunas fotografías, podemos optar por simplemente algún accesorio pequeño y fácil de poner y quitar, como un gorro de bruja, una diadema con cuernos, etc. Son solo unos segundos, y no resulta tan estresante ni incómodo como un traje en todo el cuerpo.

Nadie mejor que nosotros para saber cómo reacciona nuestro perro o gato ante determinadas situaciones, así que teniendo eso en cuenta, debemos ser capaces de crear una fiesta de Halloween en la que todos disfrutemos, animales y humanos.

Y tú, ¿eres de los que no se pierde esta celebración ningún año?

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