Detectar una enfermedad cardiaca a tiempo es fundamental para mejorar la calidad de vida de nuestro mejor amigo, así que ¡atentos a estos síntomas!
Intolerancia al ejercicio y debilidad.
Nuestro perro se mueve menos, está menos activo, se cansa más rápidamente durante el paseo, incluso puede rehusar hacer ejercicio. Esto es una señal de alarma ya que un perro sano no mostraría esa actitud.
Tos seca, incluso con arcada y/ o vómito.
La tos la solemos relacionar con las vías respiratorias, pero también debemos tener en cuenta que una tos que persiste en el tiempo puede estar relacionada con un problema cardiaco. En la insuficiencia cardiaca congestiva, el corazón no bombea sangre de manera eficiente, así que parte del líquido puede acumularse en los pulmones. Además, algunas enfermedades cardíacas cursan con un aumento de tamaño del órgano, que presiona las vías respiratorias y estimula el mecanismo de la tos.
Disnea y taquipnea.
Una respiración forzada y difícil, y un incremento de la frecuencia respiratoria, también son síntomas sospechosos de enfermedad cardíaca. Tenemos que recordar que esto no debe confundirse con el jadeo, el cual es el mecanismo de termorregulación normal de los perros.
Episodios de desmayo o síncope.
Si la enfermedad cardíaca es severa o avanzada, los animales podrían desmayarse. El síncope es una pérdida de conciencia repentina y transitoria que se produce cuando falla el flujo de sangre al cerebro. Esta falta de flujo hace que no llegue el oxígeno o glucosa al cerebro, lo que desemboca en el síncope. Normalmente, estos episodios ocurren tras ejercicio o después de toser, y en unos segundos el animal se recupera de manera espontánea.
Variaciones de peso.
Normalmente, los animales con enfermedad cardiaca tienden a perder peso, incluso pierden la musculatura. En ocasiones puede parecer lo contrario, al notar el abdomen abultado, pero esto se debe a la acumulación de líquido derivada del problema cardiaco. Esta acumulación de líquido se conoce como ascitis, y se produce por el aumento de la presión hidrostática capilar, que saca líquido de los vasos al exterior produciendo ese trasudado que se acumula en el abdomen.
Cambios en el comportamiento.
Conocemos las rutinas y comportamientos habituales de nuestros perros, así que si notamos algo diferente, debemos prestar atención. Muchas enfermedades pueden producir cambios en el comportamiento, incluidas las patologías cardiacas. Estos cambios pueden deberse a los propios síntomas, y que el animal se angustie por la dificultad respiratoria, pero también podemos asociarlo a la medicación, como por ejemplo al uso de diuréticos, los cuales harán que el animal quiera orinar con más frecuencia.
¿Cómo podemos mejorar la calidad de vida de nuestro perro cardiópata?
Las enfermedades del corazón son crónicas, y por suerte podemos disminuir su sintomatología gracias a la medicación. Aunque gracias a ella, nuestro perro se encuentre mucho mejor, no debemos olvidar que siempre tendremos que tomar ciertas precauciones.
Debemos evitar situaciones que puedan estresarle, y los paseos serán tranquilos, sin forzarle a hacer más ejercicio del que puede hacer. También es importante la alimentación, que será adaptada y restringida en sodio. Para terminar, debemos ser estrictos a la hora de administrar la medicación, sin saltarnos tomas, y siguiendo siempre a rajatabla lo que nos paute el veterinario.
Si tu mejor amigo tiene alguna enfermedad cardiaca, ya sabes, ¡a cuidarle y quererle mucho!
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