Aunque nuestra casa sea un sitio seguro para toda la familia, por despistes del día a día, o simplemente porque nunca habíamos caído en la cuenta de que podía pasar, suceden situaciones que pueden comprometer la salud de nuestros mejores amigos.
Para que puedas evitar estos accidentes caseros, hemos pensado en hacer un recordatorio de algunos de ellos, así seguro que los evitarás más aún, ¿quieres saber cuáles son los más comunes? ¡Atentos!
La puerta del ascensor, ¡cuidado con ella!
Un acto tan cotidiano como subir o bajar en ascensor, ¿qué peligros puede tener? Por un lado, durante el cierre de puertas puede que alguna parte del cuerpo del animal quede pillada, normalmente la cola, lo que puede producir heridas y cortes, incluso alguna fractura. Además, especialmente cuando la correa es larga y flexible, puede ocurrir que entremos en el ascensor, no comprobemos que nuestro perro también ha entrado, se cierren las puertas y el perro quede fuera. Es un accidente tonto y fácilmente evitable, sí, pero pasa más a menudo de lo que pensamos. Esto conlleva que, a medida que el ascensor va subiendo, el perro quede suspendido en el aire, pudiendo desencadenar lesiones graves, incluso el ahogamiento. En el mejor de los casos, la correa se romperá, pero si no, es una situación muy angustiosa. Cuando vayas a usar el ascensor, comprueba que tu mejor amigo entra junto a ti y acorta el largo de la correa, para que no pueda volver a salirse antes del cierre de puertas.
Engancharse con el radiador
A los gatos les gusta mucho el calor, por lo que uno de sus sitios favoritos para dormir en invierno, es el radiador. Entre las piezas del radiador, quedan huecos por los que cabe algún dedito de nuestros compañeros gatunos, y no es raro que queden enganchados. Suelen asustarse mucho al sentirse atrapados, por lo que la fuerza para liberarse hace que se produzcan luxaciones o fracturas de la extremidad afectada. Para evitarlo, existen muebles cubre radiador, podrán tumbarse cerca para aprovechar el calorcito, pero evitarás este tipo de accidentes.
Morder cables
Los cachorros y gatitos, sobre todo, pueden sentirse atraídos por cualquier objeto que tengamos en casa, y en su acción de curiosear, morderlo, lo que dependiendo de lo que sea, puede tener consecuencias más o menos negativas. Los cables son una de las dianas más frecuentes, tenemos muchos por toda la casa y no es raro que alguno sea utilizado para jugar, pudiendo quedarse enredado en él, o mordido, lo que puede producir descargas eléctricas y quemaduras en la lengua. Si no estás usando algún cable, lo mejor es que lo desconectes de la corriente y quede fuera del alcance de tu mejor amigo.
Que salga de casa en un descuido
Vamos con mucha prisa porque llegamos tarde al trabajo, abrimos la puerta de casa, salimos, cerramos y nos vamos corriendo. Especialmente en el caso de los gatos, esos segundos de no prestar atención pueden suponer que nuestro mejor amigo haya decidido ampliar sus lugares que explorar, y haya salido a la vez que nosotros y se quede fuera. No es raro que en comunidades de vecinos aparezcan gatos en los rellanos o escaleras, que por suerte suelen volver a casa sin sufrir ningún percance. En otras ocasiones puede terminar saliendo a la calle, lo que es más peligroso, así que ¡nunca salgas de casa sin comprobar que tu perro o gato está dentro!
Quemarse con la placa vitrocerámica
Los gatos sabemos que no tienen límites, y se suben a cualquier mueble, puerta,… ¡Son tan ágiles! La cocina suele gustarles, de ella provienen olores a comida muy apetecibles, así que si pueden acceder a ella, lo harán. Uno de los peligros de esta estancia es la vitrocerámica, ya que después de cocinar permanece caliente por un tiempo, y si nuestro gato la pisa, se quemará sus almohadillas. Después de cocinar, deja siempre la puerta cerrada para evitar que tu amigo gatuno quiera curiosear, incluso existen accesorios que cubren esta zona, así quedará siempre protegida y aseguraremos que nuestro gato no la enciende de forma accidental.
Caídas desde ventanas
Este accidente es más frecuente cuando llega el calor, ya que abrimos las ventanas para que entre un poco de aire en casa. Si no tenemos nuestras ventanas, balcones o terrazas protegidos, en un descuido nuestro gato puede caerse, lo que se conoce como síndrome del gato paracaidista. Son muchas las lesiones que puede sufrir un gato al caerse desde una ventana, incluso puede fallecer, así que es realmente importante prevenir mediante el uso de redes de protección. Es un accidente que podemos evitar fácilmente, así que ¡siempre ten mucho cuidado! Sobre este tema os hablamos en un post anterior del blog, así que os animamos a leerlo.
Como ves, un pequeño descuido en casa puede suponer que nuestro mejor amigo sufra lesiones importantes, así que ahora que sabes que estos accidentes pasan más a menudo de lo que pensamos, estarás más pendiente de evitarlos, ¿verdad?
Cuéntanos, ¿te ha ocurrido alguno de ellos? ¿Los has visto durante tu día a día en la clínica veterinaria?
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